PRESERVACIÓN. La protesta ciudadana derivó en la conformación de un comité de defensa y, posteriormente, en la propuesta de un proyecto de ley. La norma final es producto de un trabajo consensuado con el municipio.
Samaipata ya cuenta con una ley municipal para proteger su bosque de helechos gigantes. Esta surgió de una iniciativa ciudadana que impulsó una discusión y el trabajo conjunto de autoridades y la sociedad civil, el cual concluyó con la aprobación unánime en el Concejo Municipal y la promulgación por parte del Ejecutivo, el pasado 19 de diciembre.
De esta forma, se logró el primer objetivo de una movilización ciudadana que se inició a mediados de agosto del año pasado. El 17 ese mes, a través de las redes sociales, se daba la alerta. El Bosque de Helechos Gigantes de Samaipata nuevamente sufría una agresión. Un tractor había derribado varias de estas especies centenarias para abrir un camino de aproximadamente un kilómetro de longitud.
La denuncia movilizó a los funcionarios del municipio y a la población, cuya indignación aumentó con el paso de los días y el 29 de agosto se conformó el “Comité de Defensa de los Recursos Naturales y Turísticos de Samaipata”. Una de sus primeras acciones fue la gran marcha de protesta que recorrió el pueblo y demandó el respeto de las áreas protegidas del municipio.
Tras lograr revertir los permisos que habían permitido realizar la apertura del camino, se inició el proceso que hace pocos días derivó en la promulgación de la “Ley Autonómica Municipal de Protección del Patrimonio Natural Bosque de los Helechos Gigantes Samaipata”.
El documento de siete páginas, fue elaborado y consensuado entre miembros del comité, concejales y técnicos de la alcaldía. Allí se reconoce este proceso como “una iniciativa ciudadana”, que luego fue revisado y adecuado a la normativa vigente, incluyendo el artículo 33 de la Constitución Política del Estado, la Ley N°482 de Gobiernos Autónomos Municipales, la Ley 1333 de Medio Ambiente y el Reglamento General de Áreas Protegidas.
En el bosque que ahora tiene una ley para su protección, se encuentran especies como el helecho gigante robusto (Dicksonia karsteniana) y el helecho gigante espinoso (Cyathea Incana), las que están listadas en el Apéndice ll de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora – CITES, lo cual significa que “es necesario controlar las amenazas para garantizar su supervivencia”.
La ley señala que, en la actualidad, estas especies están amenazadas por la fragmentación de su hábitat a causa del cambio de uso del suelo, la extracción de plantines con fines ornamentales y la comercialización de sus partes, principalmente del tallo para macetas y sustrato para el cultivo de orquídeas”.
EI área declarada de “Protección y Conservación de Patrimonio Natural Municipal El Bosque de los Helechos Gigantes» abarca 580,38 hectáreas, donde se encuentran comunidades como El Chorolque, Los Alisos, Piedras Blancas y Barrientos. Un elemento importante de la ley, es que también rige en todas las otras áreas y comunidades de la jurisdicción municipal de Samaipata en las cuales se encuentren las dos variedades de helechos, que han sido declaradas como “especie insignia, emblemática y protegida”, al igual que todos los helechos gigantes que existen en la zona. Esto significa que “para su aprovechamiento, retiro, corte y/o reubicación”, se requiere la autorización expresa de la instancia ambiental municipal.
La norma prohíbe la extracción y comercialización de los helechos gigantes y establece multas para quienes la violen.
La presidente del comité de defensa, Tamara Gutiérrez, manifestó la satisfacción del grupo y expresó que la ley “es una muestra de lo que se puede lograr cuando el ciudadano se involucra activamente con su entorno por el bien común”. Agregó que ésta es la primera de una serie de acciones destinadas a preservar nuestro paraíso verde, nuestro clima y asegurar el elemento fundamental de la vida, el agua”.
La conservación y protección de los helechos gigantes es esencial para la recarga hídrica de la zona, además de formar parte de un natural de alto valor turístico comunitario, cuyo aprovechamiento debe ser sostenible y amigable con el medio ambiente.