REALIDAD. Sólo 12 países de la región han mejorado sus indicadores con relación a la etapa previa al Covid-19. La desconfianza ciudadana en las instituciones y gobiernos, es otro de los problemas de la región.
El último Informe sobre Desarrollo Humano 2023-2024 muestra que seis de cada diez países en América Latina no han podido remontar el nivel de desarrollo humano registrado antes de la pandemia, lo que plantea desafíos importantes para la región en los próximos años. De acuerdo con los datos presentados, sólo el 37 por ciento (12 países) en la región han podido mejorar sus indicadores de desarrollo en referencia a la etapa previa a la pandemia por la COVID-19, mientras que el 63 por ciento (21 países) restante aún no supera el horizonte marcado desde 2019.
“Este informe es una de las más importantes contribuciones del PNUD. Estos informes han demostrado la capacidad de mostrar transformaciones hacia nuevos paradigmas”, explica la directora regional de PNUD para América Latina y el Caribe, Michelle Muschett, a propósito del lanzamiento de este documento.
Además, Muschett señala que el panorama existente en América Latina está caracterizado por un contexto donde casi 8 de cada diez latinoamericanos no confían en las instituciones y gobiernos, lo que puede abrir la puerta a soluciones contrarias con el sistema democrático.
El nuevo desafío que plantea el informe es “romper el bloqueo y ampliar la acción colectiva”. Para el efecto, propone aplicar estrategias para superar la polarización política y la desconfianza; reducir las brechas en la capacidad de actuación orientada al desarrollo y fortalecer el financiamiento de los bienes públicos globales a través de la cooperación por resultados.
El informe “Romper el bloqueo: reinventar la cooperación en un mundo polarizado” fue presentado este 13 de marzo a nivel global por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
La situación en Bolivia
Bajo el complejo panorama que plantea el informe, Bolivia se mantiene en la categoría de “desarrollo humano medio”, el cual es medido a través del IDH que posiciona al país en el puesto 120 de 193 países y territorios. En 2019, Bolivia se encontraba en la categoría de países con «desarrollo humano alto», sin embargo, este resultado se vio afectado por los impactos de la pandemia.
En el contexto del progreso del desarrollo humano en Bolivia, “se observa una recuperación en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que ha pasado de 0,692 en 2021 a 0,698 en 2022. Al analizar de manera integral el período comprendido entre 1990 y 2022, se destaca un aumento, pasando de 0,546 a 0,698, lo que representa un cambio positivo del 27,8 por ciento”, mencionó Aldo García, Representante Residente interino del PNUD en Bolivia.
Respecto a los componentes del IDH entre 1990 y 2022, la esperanza de vida al nacer de Bolivia aumentó en 8,5 años. Sobre los años esperados de escolaridad aumentó en 3,7 años y los años medios de escolaridad aumentaron en 3,8 años. “Éstos son datos que muestran que estamos avanzando de manera progresiva en varios frentes, pero aún con desafíos”, asegura García.
El índice de Desarrollo Humano (IDH) es un índice compuesto del logro promedio en dimensiones del desarrollo humano: vida larga y saludable, alcance educativo y nivel de vida digno.
Fuente y foto: PNUD Bolivia