ALIADOS. Padres de niños con discapacidad visual se unieron con el escritor Alfredo Rodríguez para hacerlo realidad. El libro se presentará el 4 de junio en la FILSC 2024.
La impresora sonó durante días como los antiguos teletipos. Luego, una a una se fueron uniendo las páginas, y así surgieron 100 libros anillados. Los “Cuentos anti berrinche” tomaron una nueva forma y una nueva vida, ahora sus páginas están en braille y los niños con discapacidad visual también pueden disfrutarlos.
Alfredo Rodríguez, periodista y escritor, es el autor de este libro de cuentos infantiles, y de otros que lo llevan por ferias y colegios permanentemente. En estos recorridos, durante años constató que los niños con pérdida de visión total o parcial, no tenían acceso a la lectura. Salvo algunos textos como la Constitución Política del Estado o La Biblia, no había nada en braille para los más pequeños.
No tiene claro cómo entró en contacto con la Asociación Apréciame. Su presidenta, Sandra Heredia, estuvo en uno de sus talleres de redacción y le contó que ellos también estaban preocupados por este tema. “No sé, no me acuerdo, en alguna feria, la vida. Nos sentamos a tomar café y todo se dio. Yo tenía los cuentos, ellos la necesidad”. No fue fácil, pero Heredia, quien tiene una niña con discapacidad visual, avanzó con la compra de la impresora en Argentina y aprendió a utilizar el software. Cuando llegó, Rodríguez cedió sus derechos para avanzar con la publicación que se ofrecerá al público en la feria.
“Puede sonar utópico, idealista, hasta romántico, pero no me importa. Siento que ya no soy un espectador, sino que ahora puedo hacer algo”, cuenta satisfecho, recordando que los primeros pasos los dieron antes de la pandemia. Fue un proceso de aprendizaje, primero lanzaron un audiolibro con el apoyo de la primera escuela de doblaje de Bolivia, dirigida por Carmen Fátima Saavedra. “Salió maravilloso. Ahí decidimos imprimir un libro, para probar, y funcionó increíblemente. Lucas, un estudiante de fisioterapia y kinesiología de la Universidad Católica Boliviana, con discapacidad visual de nacimiento, lo leyó y descubrimos que sí se podía, que sí funcionaba y nos lanzamos”, relata.
Una edición artesanal
La primera edición será de cien libros, los que se elaboran artesanalmente. Primero se introdujo el texto en Word para que el software lo transformara al lenguaje braille. En estos días, la impresora va marcando cada una de las letras en sistema braille en las hojas de cartulina, las que posteriormente se encuadernan y anillan. “Queríamos ver cuál era la respuesta y ya hemos empezado a recibir pedidos, incluso antes de que empiece la Feria”, dice Rodríguez, al agregar que no se puede hacer una impresión industrial y el costo, de 150 bolivianos, permite cubrir los insumos.
Mientras aguardan la respuesta del público de la FILSC 2024, donde se presentará el martes 4 de junio, a las 20.00, cuenta que ya están buscando apoyo y auspicios, apelando a la responsabilidad social de las empresas, para que el libro pueda ser accesible para las personas de escasos recursos. “Lo importante es que hemos salido, hay problemas, pero los vamos a ir resolviendo”.
Poesía con sabor
Durante los días de feria, Rodríguez también presentará una serie de poemas costumbristas inspirados en la gastronomía cruceña. Llegarán en unas cartulinas plegables y allí se podrán reconocer diversos platos típicos. Además, el público encontrará otros temas como los incendios en la Chiquitanía y una adaptación del clásico Desiderata al lenguaje camba, la “Desiderata camba”. Este trabajo refleja la preocupación de Rodríguez por aportar a la preservación del habla tradicional de la región. En 2023, junto a su esposa, la comunicadora María Melgar, presentaron “Locro ‘e letras” y tuvieron una muy buena respuesta entre el público de todas las edades.
“Esto es parte de nuestra identidad cultural, no solamente queremos preservarlo, sino consolidarlo y difundirlo, especialmente entre las nuevas generaciones y así contarles, por ejemplo, que el ‘jometoto’ se usa para servir la patasca”, dice Alfredo Rodríguez.
Agrega que este tipo de publicaciones tienen mucha demanda entre la gente que ha migrado a la región.
Actualmente está trabajando en un nuevo título infantil, aunque será difícil que llegue a la feria. Son historias inspirados en la sabana africana y que tienen como fondo los valores universales, como el respeto, humildad y solidaridad, entre otros, como “Cuentos Felinos” o “Cuentos para caer en cuenta”.
“Todos los años hay niños que se incorporan al colegio, y es un reto para los papás y los maestros encontrar lecturas con las cuales puedan iniciar la experiencia lectora de una manera grata y mis libros, que ya están por alcanzar 10 ediciones, les ayudan muchísimo. Entonces, éste sigue un campo de trabajo muy, muy, muy intenso”, afirma el escritor.
Rodríguez se alista para las 11 jornadas de la FILSC, donde lo emociona el encuentro con el público y que grandes y chicos tengan la oportunidad de conocer a los autores, como él mismo soñaba cuando era niño.
Alfredo Rodríguez publicó su primer libro en 2003, aunque venía “borroneando” poemas desde su adolescencia. “Tres al hilo”, junto a otros dos poetas, fue su primera publicación y la que le probó que se podía vender. Luego vino el ensayo “El lamento de los muros”, un estudio sobre los graffitis en Santa Cruz de la Sierra, y, posteriormente, llegó la serie de “Evadas”, que impactó más allá de las fronteras. Posteriormente incursionó en la literatura infantil.