META. Los organizadores y el COI buscan reducir las emisiones en un 50% con relación al promedio registrado desde 2012. Las grandes novedades llegan con la IA.
“Hacer más con menos”. Esa es la premisa ambiental de París 2024, los Juegos Olímpicos que arrancan hoy con el desafío de imponer un récord más allá de las pistas, las canchas, las argollas o las piscinas. Ser sostenibles y reducir a la mitad las emisiones en comparación con el promedio de Londres 2012 y Río 2016.
Así, seguirán la ruta marcada por el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Estas deben ser unas olimpiadas más sostenibles, rentables y en línea con las necesidades de las ciudades y comunidades anfitrionas.
El inicio no ha estado libre de inconvenientes. Algunas delegaciones se quejaron por la insuficiente dotación de alimentos, mientras otras reclamaron que algunos trayectos son muy largos y en horarios de altas temperaturas. Ya se están aumentando raciones de algunos productos, mientras se revisan los desplazamientos.
El evento tendrá en cuenta todas las emisiones de carbono, incluidas las directas, indirectas y las derivadas de los viajes de los espectadores.
Desde el emblemático Stade de France, con capacidad para 80.000 personas, en Saint-Denis (sede del atletismo, el para-atletismo y el rugby seven), hasta el velódromo de Saint-Quentin, que albergará las pruebas de ciclismo, el 95% de las sedes olímpicas son instalaciones que ya existen o que se han montado temporalmente y se desmontarán para su reutilización en el futuro.
Por ejemplo, el Stade de France, el mayor estadio de Francia, construido en 1998, albergará la mayoría de las competencias mientras que el antiguo Castillo de Versalles, fue modificado para ser sede de las competencias ecuestres y albergar hasta 16 mil espectadores.
Para ello, se trabajó desde 2022 con arquitectos y restauradores a fin de respetar los lineamientos arquitectónicos y hasta de diseño de pirotecnia. La transformación temporal incluye un sistema de drenaje que permitirá recuperar el agua de lluvia para ser reutilizada, así como establos y una clínica veterinaria instalada sin dañar el bosque que rodea la histórica propiedad. Todo esto, con la facilidad de ser removido posteriormente y dejar el lugar intacto.
Los nuevos recintos se han construido para responder a las necesidades locales, adoptando el principio de reducción y reutilización. Tanto el Centro Acuático como la Villa Olímpica de París 2024 se han construido en los suburbios del noreste de París, donde se encuentran algunos de los barrios con menos inversión de la ciudad.
Además, se optó por material reutilizable o reciclado y todas las sedes están conectadas a una red cuyo suministro es de fuentes renovables. Se han incorporado sistemas de refrigeración geotérmica en lugar del aire acondicionado tradicional, lo que mejora aún más la eficiencia energética.
Se han establecido procesos de circularidad, para minimizar el uso de nuevos recursos y el 90% de los equipos y bienes tiene una segunda vida. Tres cuartas partes del equipamiento deportivo es alquilado o proporcionado por las federaciones deportivas.
En lo que se refiere a la alimentación, se está duplicando la cantidad de alimentos de origen vegetal y hay puntos de agua potable gratuitos y los espectadores pueden llevar botellas reutilizables a los recintos.
Excluyendo Tokio 2020, que se celebró sin espectadores, la huella de carbono media de las ediciones más recientes de los Juegos es de 3,5 millones de toneladas de CO2 equivalente (teqCO2 ).
IA para todos
Los juegos de París serán los primeros en los que el uso de la Inteligencia Artificial (IA) podrá ser percibido por participantes y espectadores, aunque nada comparable con el gran salto que se prevé para la edición de Los Ángeles 2028, cuya organización dependerá en buena medida de los datos procesados por los modelos matemáticos.
El transporte, la tecnología, el diseño de los estadios, la selección de personal, el ahorro de energía, la generación automática de resúmenes de imágenes, el arbitraje… son muchos los campos que se verán beneficiados por el uso de la IA, con el reto de crear unos juegos “si no mejores, sí más eficientes”, informó la agencia EFE.