CIRCULARIDAD. La empresa incorpora nuevos materiales reciclados a su cadena de producción, en su apuesta por la creación de ciudades sostenibles.
Bancas, taburetes, basureros y otros elementos urbanos, elaborados con plástico y tetra pak reciclados, son la nueva propuesta de Mamut para impulsar la creación de ciudades más sostenibles y avanzar en procesos de economía circular.
Los nuevos productos fueron diseñados y elaborados en el laboratorio de innovación de la compañía, tras varios años de investigación y desarrollo. Hace 10 años, Mamut revolucionó la construcción sostenible al incorporar el caucho reciclado; ahora suma esta línea fabricada con plástico HDPE, PET y tetra pak reciclados.
«Hemos evolucionado de transformar llantas en pisos seguros para niños a crear ciudades más sostenibles con mobiliario urbano hecho de plástico reciclado. Este es solo el comienzo de una nueva era para Mamut», afirmó Manuel Laredo, CEO de la empresa que nació hace 10 años y que se ha consolidado como líder en el sector de la construcción sostenible.
Plásticos buenos. Esa es la premisa de la nueva línea, porque cada pieza se elaborará a partir de «todos los plásticos malos que están botados en las calles, en las acequias, ensuciando la ciudad. Ahora se transformarán en plásticos buenos, en mobiliario urbano, en revestimientos hechos con residuos, que ahora pueden generar infraestructuras sostenibles», afirmó Laredo.
Parte de este proceso es el programa piloto que apoya Mamut en algunos barrios del Municipio de Sacaba, donde se instalaron «Alcancías del reciclaje», donde actualmente se acopian alrededor de dos toneladas mensuales de botellas PET. Además, la empresa compra las llantas que reúnen los recolectores y que éstos entregan como caucho picado, mejorando sus ingresos.
Los beneficios
La nueva línea de productos ofrece varios beneficios. Contribuye a la sostenibilidad, al reducir la cantidad de residuos plásticos en los vertederos y promover la economía circular; a la innovación, pues utiliza tecnología de punta para transformar materiales reciclados en productos duraderos y estéticos; y a la adaptabilidad, ya que sus productos pueden ser personalizados para adaptarse a diferentes necesidades y entornos urbanos.
Laredo afirma que la nueva línea tiene grandes perspectivas de escalamiento desde el punto de vista ambiental, «pero, sobre todo, tiene la posibilidad de generar redes de valor que también generen un mejor desarrollo económico y social».
La nueva línea se dio a conocer en el marco del Encuentro de Ciudades Sostenibles, organizado por Pacto Global en la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM). En ese espacio, Laredo compartió la visión de Mamut y la nueva etapa que inicia la compañía.
El impacto de una empresa B
Hace una década, en una pequeña cocina de Cochabamba, nació un sueño: transformar millones de llantas en desuso en pisos amortiguantes sostenibles para la construcción. Hoy, Mamut es una realidad que ha impactado a millones de personas en cuatro países.
Esta revolución permitió transformar más de 4.000 espacios públicos y tener las primeras pistas atléticas instaladas por manos bolivianas. Además, hoy son numerosos los parques que ofrecen mayor seguridad a los niños.
Fundada en 2014, Mamut es una empresa B certificada, dedicada a la fabricación de productos sostenibles para la construcción. Con presencia en Bolivia, Paraguay y próximamente en México, ha reciclado más de 3.3 millones de kilogramos de llantas, convirtiéndolas en soluciones innovadoras.