Busca apoyar a los recolectores de base e impulsar procesos de economía circular. En los próximos meses se reforzará la educación ciudadana.
126 toneladas recuperadas de materiales reciclables, es el resultado del trabajo de tres meses en el marco del programa «Santa Cruz de la Sierra Recicla». Un proceso de reciclaje inclusivo, que lleva adelante la Empresa Municipal de Aseo Urbano de Santa Cruz (Emacruz) en conjunto con diferentes instituciones y que ha permitido avanzar en la recuperación estos materiales, que ahora pueden tener una segunda vida.
Este jueves se realizó el taller de socialización y retroalimentación del Programa Municipal de Recolección de Residuos Reciclables con Enfoque en Inclusión Social. El objetivo fue evaluar junto a los recolectores y las instituciones que apoyan el proceso, además de informar a los subalcaldes de los 15 distritos su alcance durante estos tres meses.
Además, se identificaron opciones de mejora para potenciar el programa y -paulatinamente- ampliarlo a toda la necesidades, así como la necesidad de difundir el programa entre los vecinos, para que estos sepan que hay una recolección diferenciada de residuos reciclables, evitando que estos residuos lleguen al relleno sanitario.
El director de Gestión de Residuos Sólidos de Emacruz, Ariel Paz, informó que se ha avanzado en el objetivo de instalar en la mente de los cruceños la importancia de separar los residuos en origen, es decir, en casa, para luego disponerlos correctamente. Sostuvo que la educación ciudadana es fundamental para fomentar la práctica del reciclaje que aún es baja en los hogares cruceños.
Santa Cruz de la Sierra produce 1.942 toneladas diarias de basura, y de acuerdo a un estudio realizado en 2023, se recupera el 8% del material reciclable.
Una tonelada diaria
Actualmente la ciudad está dividida en macrozonas y se han logrado consolidar cuatro centros de acopio, los que durante estos tres meses recuperaron aproximadamente una tonelada diaria (mil kilos) de residuos reciclables. El objetivo hasta fin de año, es instalar la primera ecoestación de reciclaje en un espacio público de alto tráfico, para profundizar esta práctica en la ciudadanía.
Al respecto, el director explicó que en la primera etapa de implementación se establecieron las cuatro zonas que están identificadas por colores: roja, azul, lila y naranja. Abarcan distintos distritos de la ciudad y, en cada una, se han establecido recorridos específicos de lunes a sábado.
El trabajo lo desarrollan 34 recolectores, organizados en asociaciones y que cuentan con el apoyo logístico de camiones diferenciados para hacer la recolección en los barrios de la ciudad. El mayor reto para el próximo trimestre es sumar más recolectores al programa.
La difusión es fundamental
La coordinadora de Swisscontact Bolivia, Viviana Parada, una de las instituciones que apoya el programa, manifestó que la fundación suiza apoya este programa municipal desde sus inicios para contribuir significativamente a la protección del medio ambiente y al desarrollo sostenible de la comunidad a través del reciclaje. Asimismo, indicó que se debe potenciar la educación ciudadana y la difusión de este programa a través de diversos canales.
“Estamos apoyando este programa porque nos interesa que el porcentaje de reciclaje se incremente en el municipio. Para eso es importante que los vecinos separen sus residuos y los recolectores cumplan con las rutas establecidas”, dijo Parada.
Además, sostuvo que es importante reforzar el tema de la educación para que los vecinos entreguen de manera correcta los residuos reciclables, de manera que el recolector aproveche estos materiales y así reducir la cantidad de basura que llega al relleno sanitario.
Los recolectores que forman parte de este programa municipal de residuos reciclables pasan por la puerta de las casas y recogen materiales como papel, cartón, botellas pet, aluminio, cobre, chatarras y vidrio en buen estado, para luego, ser comercializado a las empresas que captan el material y lo reutilizan para la producción de productos nuevos, en un proceso de economía circular.
Una alianza
El objetivo es que los vecinos pueden entregar su material seleccionado y separado de los residuos orgánicos, con la certeza de que tendrán una adecuada disposición y podrán ser incorporados a un nuevo ciclo productivo, es decir, tendrán una nueva vida.
Los principales protagonistas de este proceso son los recolectores organizados en asociaciones y que hoy están a cargo de centros de acopio, ubicados en puntos estratégicos de la ciudad, hasta donde llega el material que acopian con apoyo de los camiones que Emacruz ha destinado para este fin. Una organización que se inició bajo la conducción de la Fundación Amigos de la Responsabilidad Social Empresarial (Amigarse), con el apoyo de SwissContact, Fundación Coca Cola y el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales (FCIL) de la Embajada de Canadá.
Esta alianza permitió dotarlos de equipos adecuados para su trabajo, como las motocargo en las que realizan sus recorridos y balanzas, para tener un control certero y adecuado de lo que logran recuperar al final de cada jornada, además de herramientas y equipo de protección personal.