Más de 5 millones de hectáreas devastadas por los incendios forestales en Santa Cruz

INFORME. Hay 45 incendios forestales activos en 17 municipios del departamento. Once son complejos de incendios. También hay fuego en los valles cruceños.

Los incendios forestales continúan avanzando en el departamento y ya afectaron más de cinco millones de hectáreas. Hoy el departamento registra 45 incendios forestales activos en 17 municipios, de los cuales 11 son complejos de incendios, mientras varias áreas protegidas continúan en riesgo.

Así lo afirmó el coordinador del COED, Johnny Rojas, en entrevista con Asuntos Centrales, donde agregó que lamentablemente se han superado los registros históricos de afectación, especialmente los de 2010 y 2019, y expresó que “Santa Cruz es una tierra de nadie, porque nadie hace caso a la ley, nadie hace caso a las autoridades de los tres niveles de gobierno”.

“Es algo increíble, se han superado absolutamente todos los desastres históricos en Bolivia, es lamentable lo que está ocurriendo”, expresó. Agregó que “lamentablemente (a) esa pausa que ha lanzado el Gobierno nacional, nadie le está haciendo caso”. Manifestó que es urgente que los tres niveles se reúnan y actúen en conjunto en diferentes aspectos, incluyendo la formulación de nuevas leyes.

Dos bandos

Visiblemente afectado, Rojas dijo: Las cosas como son, hay un bando que nos está prendiendo fuego todo el tiempo y otro bando que está apagando, incluida la Gobernación. Es fácil provocar el incendio, pero es difícil apagarlo.

Indicó que los bomberos trabajan día y noche, haciendo lo que está a su alcance. Sin embargo, mientras se apagan uno o dos incendios por día, al siguiente aparecen cinco o siete. Advirtió que ahora lo más preocupante es que ahora los incendios están comenzando en los valles cruceños.

Remarcó que hay áreas protegidas con fuego desde hace más de dos meses. “No creo que los mamíferos, reptiles o las aves les prendan fuego. Son más de dos millones de hectáreas las que han sido devastadas” en esas zonas.

Lamentó que durante esta gestión aumentaron los desmontes, “hay asentamientos ilegales sigue habiendo avasallamientos, siguen quemando cordones, siguen chaqueando.

Pide aplicar las leyes

Reiteró que Santa Cruz “pasó de ser un paraíso a ser un infierno y ahorita es una tierra de nadie”. Indicó que los alcaldes deberían estar denunciando los chaqueos y avasallamientos, aunque algunos lo han hecho, como el de San Rafael. Expresó que la Gobernación ha hecho su trabajo con la declaratoria de emergencia y luego de desastre, y por ello, continúan insistiendo en que se declare desastre nacional.

Sigue pendiente la abrogación de las leyes incendiarias, “que haya pena de cárcel para estos pirómanos, para estos delincuentes que están poniendo en riesgo vidas humanas, comunidades, flora y fauna”, además de la necesidad de que se active la Comisión Agraria Departamental.

Agregó que investigar el origen, las causas y el fondo de estos incendios, corresponde a las autoridades nacionales. Lamentó que, si se detiene a algunas personas, rápidamente son liberados.

“Falta mano dura, leyes duras, reglamentos. Hay que revisar las leyes incendiarias, la ley de gestión de riesgo para poder atender oportunamente y de inmediato los municipios”, dijo. Agregó que muchas cosas deben cambiar y esa debería ser la prioridad de los políticos, pues ya no se trata sólo de un desastre ambiental, es un desastre de salud, lo que se refleja en el incremento de las afecciones respiratorias, oculares e intestinales.

“¿Dónde están nuestros senadores, diputados, asambleístas departamentales? Deberían estar unidos ahora más que nunca, cuidando su territorio”, expresó, aseverando que los representantes de la región deberían estar exigiendo información al Servicio Nacional de Áreas Protegidas, al INRA, a la ABT.

Comunidades amenazadas

Explicó que en las últimas horas se intensificó el trabajo con el equipo de bomberos que llegó de España, debido a la situación que se vive en Concepción, donde se continúa evaluando la evacuación de algunas comunidades, donde uno de los problemas es que los pobladores se niegan a salir.