DESARROLLO. Cinco alumnos de Unifranz desarrollaron un sistema de alerta temprana. Esto permitiría actuar de manera oportuna frente a un incendio forestal.
Año tras año, los titulares en Bolivia cuentan la misma tragedia: miles de hectáreas de reservas naturales son arrasadas por el fuego. Sin un control efectivo, estos desastres dejan a su paso una devastación ecológica y pérdidas irreparables. Frente a esta recurrente problemática, un grupo de estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en El Alto, ha decidido aplicar sus conocimientos tecnológicos para crear una solución innovadora que busca cambiar el curso de la lucha contra los incendios forestales.
El proyecto, desarrollado por Ronald Choque, Daniel Escobar, Feliz Sarmiento, Aaron Huanca y Kevin Apaza, tiene como objetivo la detección temprana de focos de calor y áreas de alto riesgo mediante el uso de sensores, drones y modelos de inteligencia artificial (IA). Esta tecnología permite abarcar grandes áreas de monitoreo en Bolivia y prever la expansión potencial de incendios.
Falta de alerta oportuna
Desde finales de junio, cuando comenzaron los primeros incendios en el oriente del país, se han quemado más de 7 millones de hectáreas sólo en el departamento de Santa Cruz, donde al menos tres áreas protegidas han registrado una gran afectación.
Muchos de estos incendios surgen de una práctica tradicional de quemar la tierra para la siembra de cultivos agrícolas, la crianza de ganado y la ampliación de la frontera agrícola. Sin embargo, a menudo estas “quemas controladas” se salen de control por los fuertes vientos y la sequía, afirma el portal Infobae.
«Este proyecto surgió de la necesidad de proteger el ecosistema y a la población ante el riesgo de los focos de calor y los desastres ambientales, como los incendios forestales», explica Ronald. «La falta de herramientas locales para detectar estos focos de manera oportuna también nos motivó a actuar».
Tecnología en acción para salvar vidas y el medio ambiente
Somindefa (Sistema de monitoreo integrado para la detección de focos de calor y prevención de la contaminación de aire). Así denominaron los estudiantes al proyecto que utiliza unidades móviles (UM) equipadas con sensores capaces de detectar gases en el ambiente, una señal clave para identificar focos de calor. Estas unidades pueden desplegarse en cualquier parte de Bolivia y transmitir la información a través de una red WAN (red de área amplia).
Una vez que se detectan valores predefinidos, los drones se activan para validar los datos y proporcionar imágenes en tiempo real de las áreas afectadas. Además, el sistema integra datos de la NASA y de satélites como NOAA20 y O S.C.A.R., junto con modelos de IA que predicen la expansión de los focos de calor. Toda esta información se publica en un mapa de riesgo que proporciona tanto datos técnicos como información accesible para la comunidad y las autoridades locales.
«El objetivo es reducir los tiempos de respuesta y advertir sobre posibles riesgos de manera temprana», añade Kevin.
Tecnología para una respuesta eficiente
Aaron Huanca destaca que la integración de tecnologías otorga al Somindefa una gran flexibilidad y precisión. «Nuestro prototipo permite un monitoreo en tiempo real en áreas de difícil acceso y una rápida respuesta en zonas de alto riesgo», asegura.
Este enfoque supera muchas soluciones locales o regionales, que no siempre logran integrar estas capacidades. «Ante el aumento de incendios en todo el país y la región, proporcionar datos para tomar decisiones rápidas es crucial. Si sabemos hacia dónde pueden expandirse los focos de calor, podemos actuar con rapidez», añade Kevin.
Un proyecto colaborativo e innovador
El equipo de estudiantes trabajó de manera colaborativa, combinando sus especialidades en redes, inteligencia artificial, sensores y procesamiento de datos. «El trabajo en equipo fue fundamental», comenta Daniel Escobar. «Cada uno aportó sus conocimientos específicos y nos complementamos mutuamente. Además, investigamos y aprendimos sobre áreas que desconocíamos, lo que nos permitió superar los desafíos técnicos».
El enfoque integral, el trabajo en equipo y la dedicación personal para aprender nuevas tecnologías fueron clave para que el proyecto cubriera todos los aspectos técnicos necesarios.
En Unifranz, el enfoque de «aprender haciendo» permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos desde los primeros semestres, resolviendo problemas reales de la sociedad. Somindefa nació como un proyecto integrador, una metodología que combina el aprendizaje de diversas asignaturas y fortalece las habilidades multidisciplinarias con un impacto social significativo.
Fuente: Unifranz