IMPACTO. La depresión y la ansiedad provocan millonarias pérdidas a nivel mundial.
El trabajo decente es fundamental para la salud mental. Cerca del 60% de la población mundial trabaja y se estima que el 15% de los adultos en edad de trabajar tiene un trastorno mental. Además, se calcula que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, a un costo de 1 billón de dólares anuales en pérdida de productividad.
El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, que este año lleva como lema «Es tiempo de priorizar la salud mundial en el lugar de trabajo». Los problemas de salud mental tienen un impacto directo en los lugares de trabajo al aumentar el ausentismo, reducir la productividad y aumentar los costos de la atención médica. Sin embargo, el estigma y la falta de concienciación sobre la salud mental persisten como barreras para abordar este tema en el entorno laboral.
Con el 60% de la población mundial trabajando, se necesitan medidas urgentes para garantizar que el trabajo evite los riesgos para la salud mental y proteja y apoye la salud mental en el trabajo.
Los empleadores y los compañeros de trabajo pueden ser agentes de cambio, al combatir el estigma y fomentar el debate abierto sobre la salud mental. También pueden aprender a identificar los signos de problemas comunes de salud mental, como la depresión, y alentar a los colegas que puedan tener dificultades a buscar ayuda.
Los riesgos
Existen diversos riesgos para la salud mental que los trabajadores pueden enfrentar, incluida la discriminación, las malas condiciones de trabajo o la autonomía limitada. Los trabajos mal pagados o inseguros a menudo carecen de las protecciones adecuadas, lo que deja a los trabajadores en estos trabajos más expuestos a riesgos psicosociales.
Los empleadores deben aplicar adaptaciones razonables para apoyar a los trabajadores con problemas de salud mental en el lugar de trabajo. Esto significa, por ejemplo, organizar reuniones de apoyo periódicas, programar descansos frecuentes, reincorporar gradualmente a los trabajadores a las tareas y proporcionar almacenamiento para medicamentos.
Más de la mitad de la fuerza laboral mundial trabaja en la economía informal, donde no hay protección regulatoria en materia de salud y seguridad. Con frecuencia, estos trabajadores operan en entornos laborales inseguros, durante largas horas, con escaso o nulo acceso a protecciones sociales o financieras, y se enfrentan a la discriminación, todo lo cual puede redundar en detrimento de la salud mental.
Prevenir, proteger y apoyar
Tipo de actividad y economía
Las recesiones económicas o las emergencias humanitarias y de salud pública provocan riesgos como la pérdida de empleos, la inestabilidad financiera, la reducción de las oportunidades de empleo o el aumento del desempleo.
Fuente: OMS