10 héroes de la tierra que luchan contra la desertificación

IMPACTO. Son 10 jóvenes que luchan contra la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía.

Un juego de mesa que enseña sobre el cambio climático, la reforestación para restaurar cuencas hidrográficas degradadas, una empresa social basada en productos del árbol de la moringa y el impulso para pasar de la agricultura química a prácticas agroforestales de base orgánica, son algunas de las acciones que llevan adelante los 10 Héroes de la Tierra.

Este grupo proviene de diversos continentes y todos son menores de 35 años. Ellos han sido elegidos por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación para compartir sus logros e ideas para la gestión sostenible de la tierra ante la creciente amenaza mundial de desertificación y pérdida de tierras. El objetivo es inspirar el cambio, unir a más jóvenes y demostrar el poder de la acción colectiva.

Astrid creó un juego de mesa

“Trabajar sola no es una opción para crear un cambio significativo”, dijo Astrid Peraza y por eso puso este sentimiento a prueba como educadora climática juvenil en Costa Rica al desarrollar «Rescatando pingüinos», un juego de mesa colaborativo diseñado para enseñar a los jugadores sobre el cambio climático y sus soluciones.

También ha participado activamente en el proyecto de reforestación de manglares Vivero Verde Mar en el país centroamericano, que apoya la conservación del medio ambiente y contribuye a frenar la desertificación de las zonas costeras.

“Unirse es muy importante para superar las dificultades que supone la desertificación de la tierra para las comunidades”, afirmó, “porque cuando hablamos de cambio climático trabajar solo no es una opción”.

Billie impulsa la restauración de una cuenca

Billie Crystal G. Dumaliang está comprometida con la reforestación en Filipinas.

Filipinas es uno de los países más expuestos del mundo a los riesgos naturales, y éstos, como la reciente oleada de tifones que ha azotado el país, son cada vez más intensos debido al cambio climático. La deforestación de las tierras y cuencas hidrográficas que rodean la capital filipina, Manila, ha aumentado el riesgo de que la ciudad sufra fenómenos meteorológicos extremos.

Billie Crystal G. Dumaliang y la Fundación Masungi Georeserve que dirige se han comprometido con una ambiciosa iniciativa de reforestación destinada a restaurar unas 2.700 hectáreas de cuencas hidrográficas degradadas que rodean la reserva Masungi.

El proyecto es crucial para reforzar las defensas naturales del área metropolitana de Manila contra los efectos del cambio climático.

“Los filipinos están sufriendo las graves consecuencias de la sequía y la degradación del suelo en la agricultura, el bienestar y la vida cotidiana”, afirma, “por lo que necesitamos preservar la biodiversidad y mitigar los efectos de la sequía y el cambio climático. Mi organización lo hace mediante la protección de la tierra sobre el terreno, la reforestación y la narración de historias impactantes impulsadas por el geoturismo sostenible.”

Rokiatou le da valor a la moringa

Rokiatou Traoré muestra una planta de moringa, el producto que hoy está impulsando junto a una red de mujeres.

Rokiatou Traoré se describe a sí misma como una emprendedora verde y ha estado trabajando en Malí para crear una empresa social basada en productos del árbol de la moringa. Un centenar de mujeres han recibido formación para crear productos a partir de 20.000 árboles; entre ellos, tés ecológicos, polvos, aceites, jabones, especias y alimentos infantiles que se han exportado a más de siete países.

En 2023, produjo 150.000 plantones de árboles de moringa resistentes a la sequía a partir de semillas para 5.000 mujeres y jóvenes agricultoras.

“Una semilla es una vida en estado latente”, afirma. “Dale agua, tierra y protección y podrá hacer frente definitivamente a la desertificación, la pobreza de las mujeres y la desnutrición”.

Sus planes de futuro son ambiciosos. Para 2030, quiere establecer una red de millones de mujeres productoras de moringa, plantar 10 millones de árboles y exportar productos derivados a los mercados nacionales, regionales e internacionales. “Nada es imposible de conseguir con una voluntad inquebrantable”.

Takudzwa trabaja para regenerar la tierra

Takudzwa junto a un grupo de jóvenes en un jardín de Zimbabue, donde impulsa campañas de reforestación.

La plantación de árboles también ocupa un lugar destacado en la agenda de Takudzwa Ashley Mlambo, ya que son cruciales en los esfuerzos por regenerar la tierra y revertir la desertificación. Su organización, dirigida por jóvenes, Forestry & Citrus Research, pretende plantar y supervisar un total de mil millones de árboles en todo Zimbabue.

Como innovador confeso, utiliza inteligencia artificial y seguimiento por satélite para supervisar la iniciativa. Reconoce que la reforestación es un paso importante para frenar el cambio climático y mantener la temperatura global por debajo de 1,5 grados centígrados. “Cuanto más verdes seamos”, dijo, “más se enfriará”.

Siddhesh, en busca de lo orgánico

Siddhesh y su organización trabajan para mitigar la degradación del suelo a través de las prácticas agroforestales de base orgánica.

Siddhesh Sakore, que creció en el seno de lo que se ha descrito como “una familia de agricultores marginados”, ha sido testigo directo de las dificultades económicas que sufren los agricultores y sus familias.

Uno de los temas clave en los que se ha centrado su organización AGRO RANGERS es la degradación del suelo, que afecta directamente a la productividad de la tierra y, por tanto, a los medios de vida de los agricultores.

La degradación puede deberse a un uso inadecuado o una gestión deficiente, así como a la erosión, las inundaciones, la desertificación y la contaminación con productos químicos. Su sueño es crear medios de subsistencia para los agricultores, especialmente en las zonas de Pune propensas a la sequía donde trabaja, mediante la transición de la agricultura química a prácticas agroforestales de base orgánica.

“En AGRO RANGERS, creemos que la lucha contra la desertificación de la tierra y la sequía empieza con prácticas agrícolas sostenibles impulsadas por la comunidad y el enfoque innovador de la agrosilvicultura”.

“Al capacitar a los agricultores con los conocimientos y herramientas para integrar árboles y cultivos en sus sistemas agrícolas, estamos restaurando y protegiendo el suelo, nutriendo la tierra para un futuro resiliente y sostenible”, afirma Siddhesh.

Otras experiencias

Aliona Isaac es moldava e hidróloga. Ha adquirido un profundo conocimiento de la importancia de mitigar los impactos de la sequía para la sostenibilidad de la vida y los ecosistemas. Sus contribuciones a las estrategias y planes ambientales nacionales incluyen la coordinación de varios proyectos y eventos, lidera el grupo de trabajo nacional para la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, es miembro del Consejo Nacional de la Juventud y se desempeña como embajadora de los ODS y el Mar Negro.

Beatriz Azevedo de Araújo es abogada de la región Nordeste de Brasil. Cofundó el Instituto Verdeluz, una ONG dedicada a la protección del medio ambiente, y encabezó la primera delegación de jóvenes brasileños que asistió a las COP de la CMNUCC y la CLD a través de la ONG Engajamundo. Su trabajo refleja un profundo compromiso con la defensa del medio ambiente y el empoderamiento de los jóvenes en el escenario global.

Gracia Magny-Fokam es la fundadora de Folia Technologies, un instituto de investigación sin fines de lucro dirigido por jóvenes y dedicado al desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial para abordar la crisis climática. Su invención estrella, FoliaNet, es un dispositivo impulsado por IA diseñado para detectar enfermedades en las plantas de cultivo y servir como un sistema de alerta temprana para los productores.

A través de su liderazgo, Grace está impulsando soluciones innovadoras para algunos de los desafíos agrícolas más urgentes, contribuyendo a un sistema alimentario mundial más sostenible y seguro.

Lina Pickhardt es una ambientalista alemana dedicada a la defensa de la biodiversidad. Desde Change.org, encabezó campañas de gran impacto centradas en la plantación de árboles y la protección del hábitat. Sus esfuerzos están impulsados ​​por un profundo compromiso con la conservación de la biodiversidad, con el objetivo de crear una relación más sostenible y armoniosa entre los seres humanos y el mundo natural.

Manal Bidar es una activista climática de Marruecos, especializada en la conservación de la tierra y la lucha contra la sequía y la desertificación en África y las regiones de Oriente Medio y el Norte de África. Ha liderado campañas estratégicas para el Caucus de Jóvenes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), la Red de Jóvenes del Agua y la Iniciativa de Tierras del G20 de la CNULD, entre otros.