PRONUNCIAMIENTO. La organización también solicita garantizar la seguridad y brindar adecuadas condiciones de trabajo a los guardaparques.
La Federación Internacional de Guardaparques (FIG) pidió la restitución del guardaparque Marcos Uzquiano y otros funcionarios que fueron desvinculados de sus funciones por el Servicio Nacional de Areas Protegidad (Sernap) el pasado 31 de diciembre, y solicitan “el cese de represalias contra los guardaparques, especialistas y funcionarios” de la entidad estatal.
A través de una carta dirigida al presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora y que fue entregada hoy en la Casa Grande del Pueblo, la institución con sede en Lima, manifiesta que la determinación adoptada por la dirección ejecutiva del Sernap, constituye “un acto de amedrentamiento sistemático contra los Guardaparques” y se da “en un contexto alarmante donde los guardaparques y especialistas del Sernap, han sido objeto de amenazas, hostigamientos y represalias, principalmente por cumplir con su labor de defensa del patrimonio natural del país y por denunciar irregularidades que atentan contra las áreas protegidas”.
La misiva, que también está dirigida a los ministros de Trabajo y Medio Ambiente y Agua, y al Defensor del Pueblo, enfatiza en la necesidad de preservar las áreas naturales protegidas, pues “son esenciales para la conservación de la diversidad biológica y cultural, así como para garantizar los bienes y servicios ambientales, que incluyen el suministro y la calidad del agua, aire limpio, ecoturismo, alimentos, protección contra eventos naturales, plantas medicinales, entre otros.
La organización también pide a las autoridades “manifestarse y apoyar la causa en defensa de los y las guardaparques de Bolivia”, los que tienen “una identidad y un sólido compromiso con la institución y con el trabajo de conservación, aunque no reciba el valor que se merecen, derivado principalmente por el desconocimiento de su importancia por parte de los funcionarios del Sernap”.
Organismos internacionales
La FIG envió su carta con copia a la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, la directora ejecutiva adjunta del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, el director regional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el comisionado de Derechos Humanos de la ONU para América del Sur.
La misiva fue entregada la mañana de este jueves por Marcos Uzquiano, en su calidad de presidente de la Asociación Boliviana de Guardaparques y Agentes de Conservación (Abolac) que es parte de la FIG, junto a su abogado Rodrigo Herrera y representantes de colectivos ambientales.
Además, se sumaron los pronunciamientos de los diferentes cuerpos de protección del país, que también exigen la destitución del director ejecutivo del Sernap, Johnson Jiménez y el respeto de sus derechos laborales.
A esto se adicionó el pronunciamiento que en días pasados realizaron más de 70 organizaciones de la sociedad civil, que se suman a los pedidos anteriores, además de la destitución del ministro de Medio Ambiente y pidieron la intervención de instituciones, parlamentarios y actores claves para defender el trabajo de todos los guardaparques y directores que están amedrentados laboralmente.
Actores de la conservación
La FIG reiteró que los guardaparques son “actores fundamentales en la protección y manejo de estas áreas”, agregando que “los guardaparques jefes y especialistas de las áreas protegidas en Bolivia trabajan en condiciones desafiantes, muchas veces en lugares remotos y alejados de respaldo jurídico. Estos valientes hombres y mujeres enfrentan diariamente riesgos significativos, como las amenazas de bandas dedicadas a la tala y cacería furtiva, las cuales no dudan en atacar a estos funcionarios en el cumplimiento de su labor”.
La entidad con sede en Lima, agregó que “a pesar de su compromiso y los riesgos inherentes a sus funciones, en ocasiones, el Estado no toma plenamente en cuenta estas circunstancias, lo que pone en riesgo su integridad física y moral”, por lo cual “es imperativo reconocer su esfuerzo y proporcionar las condiciones necesarias para garantizar su seguridad y bienestar.
La FIG destacó la trayectoria de Uzquiano y el reconocimiento que tiene a nivel internacional por su compromiso con la protección de los derechos de los guardaparques, con la conservación y la transparencia de la gestión ambiental en Bolivia, lo que se ha reflejado en diversas denuncias en pro de la protección del patrimonio natural y la visibilización de los desafíos que enfrentan los guardaparques en el cumplimiento de sus funciones.

Junto con la carta de la FIG, Uzquiano entregó los diversos pronunciamientos que se produjeron desde el pasado 31 de diciembre.
Rechazo generalizado
Este pronunciamiento internacional se suma a los que se han realizado en Bolivia desde diversas organizaciones ambientales. También los guardaparques de diferentes áreas protegidas se han pronunciado, entre ellos los de los parques Noel Kempff Mercado, Eduardo Avaroa, Aguaragüe, San Matías, Tipnis, Madidi, Manuripi, Cotapata, Apolobamba, Pilón Lajas, Otuquis y Carrasco, y de las reserva de Sama, en Tarija, y de la Estación Biológica del Beni, donde Uzquiano fungía como jefe de Protección.
Asimismo, se pronunció la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo demandó un informe al Sernap y presentó una acción de amparo constitucional en favor de Uzquiano, quien también enfrenta un proceso administrativo sancionador por denunciar irregularidades en las áreas protegidas.