PRONUNCIAMIENTO. Hoy llegaron hasta la Asamblea Legislativa Plurinacional. Demandan transparencia y el cuidado de la biodiversidad.
Cerca de un centenar de organizaciones y defensores del medio ambiente expresaron su rechazo a la firma de contratos para la explotación del litio, cuestionando la “politización e instrumentalización de la cuestión ambiental” y advirtiendo la necesidad de preservar los ecosistemas que existen en el Salar de Uyuni y otros salares, que incluyen bofedales y humedales, y constituyen espacios esenciales para garantizar la seguridad hídrica de numerosas poblaciones.
En un amplio pronunciamiento, también advierten el impacto que esto puede tener en uno de los principales atractivos turísticos del país y exigen transparencia a Yacimientos del Litio Boliviano (YLB), al Gobierno nacional y a los actores políticos implicados en la aprobación de los contratos, que actualmente se encuentran en la Asamblea Legislativa Plurinacional para su consideración.
La mañana de este lunes entregaron el pronunciamiento en la sede del Legislativo, con cartas dirigidas al vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, y al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez.
El documento “Litio o agua y humedales: No a los contratos que nos dejan sin futuro”, también cuestiona la falta de transparencia en la negociación de los contratos y que se hayan firmado “sin informar a las comunidades indígenas involucradas”, además de “la flexibilización de las normas ambientales” con el objetivo de que “se apliquen mecanismos de control ambiental mucho menores” a las nuevas plantas, lo que -por ejemplo- impediría que los procesos de reinyección de salmueras sean evaluados integralmente desde el punto de vista ambiental.
Biodiversidad y seguridad hídrica
Reiteran el impacto que puede tener la explotación de lagunas que son estratégicas para la biodiversidad andina, especialmente a la fauna y los bofedales y ojos de agua que rodean los salares y lagunas. Destacaron que la explotación del litio demandará alrededor de 13 millones de metros cúbicos de agua dulce año, afectando directamente a las comunidades situadas al sur del Salar de Uyuni.
Esto también implica un riesgo para el equilibrio hídrico en la zona, que ya es “altamente frágil”, pues la evaporación supera a las recargas por lluvia, lo que “hace que el agua subterránea sea un elemento central” y los bofedales y lagunas son esenciales para “la retención y distribución del agua”. Esto podría agravarse con la reinyección de salmuera residual.
Las organizaciones ambientales advierten que “nos preocupa que las tres plantas proyectadas -y una cuarta en negociación con Citic Guoan- son inviables económicamente, afectarán la disponibilidad y calidad del agua para las comunidades y los ecosistemas circundantes”.

Estas son las cartas que se entregaron este lunes en la Asamblea Legislativa Plurinacional.