Alianzas, innovación, capacitación y diversificación, factores esenciales para un emprendedurismo exitoso

HISTORIAS. Cuatro emprendedoras relataron su experiencia. Los problemas y el apoyo que encontraron. La resiliencia también es fundamental.

Lourdes, Susana, Alicia y Pamela subieron juntas al escenario para compartir sus historias como emprendedoras. Cada una relató sus esfuerzos y las barreras que ha enfrentado. Pero lo más importante, cada una identificó los factores de su éxito y cuáles fueron las lecciones aprendidas y las oportunidades que tomaron.

Alianzas y el apoyo de una comunidad; resiliencia y la capacidad de diversificarse; innovar para explorar un nuevo nicho de mercado; y capacitación para adquirir nuevas habilidades y compartirlas con otros. Esos son algunos de los elementos que identificaron como esenciales para avanzar en el mundo emprendedor, donde también encontraron barreras como la falta de acceso a financiamiento, la necesidad de asumir las labores de cuidado y las dificultades para avanzar hacia formalidad.

Este testimonio lo brindaron durante la presentación del estudio «Perfil de la mujer emprendedora: dinámicas de emprendimientos liderados por mujeres en la economía informal», un documento elaborado por el Instituto de la Mujer y Empresa (IME), la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) y el Programa de Naciones para el Desarrollo (PNUD), y cuyo objetivo es establecer una base para la generación y propuesta de políticas públicas.

Resiliencia y flexibilidad en «ArteSana»

Hace tres años, la vida de Lourdes Montero dio un giro. Corría 2021 cuando perdió su trabajo tras 15 años en la industria editorial y sufrió fuertes pérdidas familiares. En ese momento “decidí canalizar todo ese proceso de duelo en algo constructivo, aprovechando mis habilidades manuales y buscando una rentabilidad”, aseguró. El primer paso lo dio en el sector gastronómico, elaborando licores y conservas artesanales, después de un tiempo se diversificó y sumó la elaboración de accesorios decorativos con la técnica de macramé.

Hoy tiene su propia marca ArteSana y “gracias a mi formación como comunicadora social, he podido promocionar eficazmente mi negocio tanto en como en un medio televisivo, aprovechando cada oportunidad para destacar la calidad e historia detrás de mis productos”.

“Pero este camino no lo he transitado sola, he tenido una red de contención formada por amigos, familiares y también por comunidades de emprendedores como las que encontré en el IME. En este corto tiempo como emprendedora, he aprendido la importancia de saber adaptarse, de apostar por nuestros sueños, incluso en tiempos de incertidumbre”, afirmó.

Lourdes hizo hincapié en la importancia de la comunidad del IME, porque “ha sido una compañía y fuente de inspiración, en un camino de descubrimiento personal y profesional”.

 

CAPO, la decisión de innovar

Susana Harriette habla con seguridad y confianza, como la que tuvo desde muy pequeña para definir sus metas. “Desde muy pequeña sentía que iba a cumplir mis sueños y los viví, los disfruté. Pero ahora tengo uno nuevo y es el de poder ayudar mediante el servicio”, afirma. Ese es el propósito de CAPO, el emprendimiento del cual es cofundadora, y que “busca una inclusión financiera real de personas capísimas, con habilidades extraordinarias, y que son plomeros, albañiles, personal de limpieza, entre otros oficios”.

El objetivo de CAPO es conectarlos con personas que requieran sus servicios y que luego, a través de su historial de trabajo, puedan acceder a microcréditos, lo que hasta hoy es imposible.

Susana contó que el emprendimiento arrancó a inicios de 2020, pero la pandemia los golpeó. El confinamiento provocado por el Covid-19, literalmente les cerró las puertas, porque la gente no quería que otras personas entraran a sus casas. Tuvieron que cerrar, pero hoy están de vuelta.

Ella confía en que es posible lograr esta inclusión financiera. Con más de 15 años de experiencia en el sector y con un amplio bagaje de conocimientos, está ingeniera financiera, aseguró que “me siento afortunada y muy agradecida por el sistema financiero  y todas las oportunidades que me ha dado y deseo que más personas puedan acceder a ellas”

Hoy están trabajando con tecnología y aprovechando las herramientas digitales disponibles. El siguiente paso es “educar a una entidad financiera, con la cual tengamos un propósito común: buscar una inclusión financiera real de estas personas y ayudarlos a cumplir sus sueños”.

Una comunidad productora en Porvenir

Alicia Olivares es de Porvenir, una comunidad ubicada en la Tierra Comunitaria de Origente (TCO) de Bajo Paraguá, vecina al Parque Nacional Noel Kempff Mercado. “Somos los guardianes del bosque. Somos un grupo de mujeres que venimos trabajando en sistemas agroforestales para el aprovechamiento sostenible de nuestros bosques. Somos productoras de asaí silvestre, orgánico y de exportación. Trabajamos también con la palma real, somos productores de café, cacao, plantas medicinales y maderables. Esto nos ha permitido iniciar esta actividad productiva con beneficios económicos y financieros” relató.

Las mujeres son parte de la Asociación de Productores del Bosque Porvenir y trabajan en este proyecto desde hace más de doce años, tiempo en el cual Alicia terminó sus estudios técnicos en agropecuaria. “En Porvenir todas somos emprendedoras y me emociona ver que estas actividades productivas van creciendo en desarrollo para mi comunidad. Cuando iniciamos la realidad era que no teníamos acceso a la tecnología; hoy siento que es muy importante, porque podemos transmitir e intercambiar experiencias de nuestro trabajo, de nuestra comunidad y de nuestros bosques y contarlo al mundo”.

“Volver a mi pueblo me ha ayudado a ver la vida de otra manera. Mi familia ha sido un pilar fundamental para demostrar que sí podemos vivir del bosque. Soy Alicia Olivares y como mujer emprendedora, sigo trabajando y transmitiendo a las próximas generaciones, que, con esfuerzo y trabajo, vamos a lograr un mejor Porvenir”, afirmó orgullosa.

Melimel, encontrar sinergias y concretar alianzas

Pamela Requena y su esposo retornaron desde Bulgaria para cumplir un sueño: el cuidado y la protección de las abejas. Hoy es cofundadora de Melimel, una empresa que produce miel de abejas y productos con miel, con un enfoque innovador y de sostenibilidad.

Pero no fue fácil. De formación ingeniera y con maestrías en bioquímica y biotecnología y gerencia en la industria de la salud, vivió casi 10 años en Francia, donde “conocí a gente extraordinaria desde profesores, que eran también emprendedores y empresarios, hasta investigadores que buscaban resolver un problema mundial o amigos de la universidad que hoy son dueños de startups millonarias que buscan resolver problemas con ayuda de la tecnología”.

Esto la impulsó a retornar a Bolivia y crear Melimel, cuyo propósito “es nutrir con dulzura, salud y vitalidad, cultivando la sabiduría milenaria de las abejas”. Durante la pandemia, el crecimiento fue exponencial y se plantearon “invertir en una nueva planta de producción, en certificados, en productos. De manera natural nos dirigimos a entidades bancarias, rápidamente nos sentimos frustrados porque con 200 colmenas, con maquinaria y 3 toneladas de miel, que tienen un valor de más o menos de 70.000 dólares, no podíamos sacar un préstamo de 70.000 bolivianos”, recuerda Pamela.

“Ahí nos dimos cuenta que teníamos que buscar garantías del tipo personal. El préstamo salió después de cuatro o 6 meses y en ese momento dijimos: si queremos escalar, realmente vamos a tener que buscar soluciones financieras innovadoras. Hoy les tengo una buena noticia, hace unas semanas hemos firmado una alianza con Terbol. Es una empresa que comparte con nosotros propósitos y visión, y busca impactar positivamente a través de la nutrición y a través de las abejas”, contó.

Anunció que están a punto de definir la creación de una nueva planta, que “va a tener todas las certificaciones para que podamos llevar las raíces bolivianas al resto del mundo. Así como en Bolivia, es difícil sacar un préstamo y toma casi seis meses tenerlo, también es posible crear este tipo de alianzas extraordinarias que permiten, a empresas como la nuestra, crecer y llegar al siguiente nivel”, expresó.

Las cuatro emprendedoras junto a la directora del Instituto Mujer y Empresa (IME), Xiomara Zambrana, minutos después de entregar su testimonio.