Avanza la reforestación en Parque Nacional Tunari, Armonía busca colocar un millón de plantines nativos

CAMPAÑA. El trabajo se realizará en cinco años. En esta temporada, se plantarán 220.ooo unidades de especies nativas. Más de mil familias se benefician.

La llegada de las lluvias marcó el inicio de una de las etapas cruciales para la recuperación del Parque Nacional Tunari: la Campaña de Reforestación 2024-2025. El objetivo para este año es ambicioso. La Asociación Armonía prevé alcanzar un millón de plantines nativos reforestados en la ladera sur del Parque, una meta que representa cinco años de arduo trabajo y compromiso con las comunidades locales.

Desde el pasado 16 de noviembre, cuando la campaña inició en la comunidad de San Miguel con la plantación de 20 mil plantines, hasta febrero de 2025, se espera plantar cerca de 220 mil plantines de especies nativas como kewiña, kiswara, aliso, lloque, jacarandá, molle y jarka. Estos se establecerán en más de 14 comunidades de seis municipios, incluyendo Vinto, Quillacollo, Tiquipaya, Sacaba, Cochabamba y Sipe Sipe.

“La reforestación está directamente ligada a la llegada de las lluvias, que no solo garantizan la humedad necesaria para la supervivencia de los plantines, sino que además ablandan el suelo, facilitando la excavación de los hoyos para su correcta plantación”, explicó Omar Oporto, coordinador del proyecto Tunari de Armonía.

“Además, contribuyen a mitigar mazamorras y deslizamientos, recurrentes en esta época del año. Nuestro propósito es recuperar áreas en las cuencas degradadas con bosques de Polylepis, que son el hábitat para las especies de aves más amenazas del país y de rango de distribución muy fragmentada”, añadió.

Avance

Hasta la primera quincena de enero se entregaron 110.000 plantines, los que se han distribuido de la siguiente manera: 20.000 en la comunidad San Miguel, del Municipio de Quillacollo; 40.000 en Aguadas, en el Municipio de Vinto; 10.000 en Linkhopata, 10.000 en Tholapujru y 10.000 en La Phia, en el Municipio de Tiquipaya. El trabajo también se realizó en Totora y Cruzani, cada una con 10.000 plantines.

El trabajo se realiza en comunidad, luego de un proceso de capacitación y preparación de los plantines.

Estas campañas tienen un impacto directo en más de 1.000 familias, que han recibido beneficios como sistemas de riego mejorados y la construcción de diez reservorios de agua con capacidad para almacenar hasta seis millones de litros. Estas infraestructuras son esenciales para la cosecha de agua, lo que permite garantizar la producción agrícola local y combatir incendios forestales.

Víctor Inocencio Torrico, comunario de Cruzani y presidente del Organismo de Gestión de Cuencas (OGC) 13 de Agosto del Parque Nacional Tunari, aseguró que “para nosotros era un sueño tener un vivero comunitario donde podamos producir plantas nativas, porque éstas son necesarias. Las raíces de los eucaliptos y pinos han invadido nuestros terrenos. En cambio, las plantas nativas no hacen daño, más al contrario nos ayudan a aumentar y mantener el agua en los koturis (ojos de agua en quechua), en nuestras cuencas”.

Esfuerzo arduo y colaborativo

Detrás de cada plantín sembrado hay una labor coordinada que comienza a inicios de cada gestión. Durante todo el año, los viveristas de Armonía producen cuidadosamente los plantines para que tengan un desarrollo optimo y crezcan en buenas condiciones. Para la campaña 2024-2025, un equipo de 11 especialistas, entre técnicos de Armonía, viveristas y promotores forestales de las comunidades, realizan talleres y reuniones de coordinación para garantizar las actividades de reforestación.

El trabajo prioriza zonas que pueden ser afectadas por fenómenos naturales. Los árboles ayudarán a mitigarlos.

“Esta tarea exige una planificación detallada. Para prevenir incendios forestales, Armonía ha formado brigadistas comunitarios y ha identificado áreas clave como laderas y cuencas con vertientes y lagunas, que son esenciales para apagar posibles incendios”, explicó Oporto.

Además, para garantizar la supervivencia de los plantines, se realizan talleres sobre técnicas de plantación y cuidado. “Como parte del trabajo posterior a la reforestación, se establecen acuerdos con las comunidades para evitar que su ganado acceda a las zonas reforestadas, protegiendo así el crecimiento de los plantines”, agregó.