HÁBITOS. El llamado es a incorporar hábitos sostenibles. El núcleo familiar puede impulsar la transición hacia una economía circular.
El cambio climático se puede combatir desde la familia, pues para actuar de forma significativa y eficaz contra este fenómeno, es fundamental empoderar a las familias a través de la educación, el cambio de hábitos de consumo y la sensibilización. Integrar los principios de la economía circular en la educación infantil puede ayudar a construir un modelo económico sostenible basado en la reducción de los residuos y la regeneración de los recursos naturales. Las familias, como consumidoras y activistas, pueden conducir la transición hacia una economía circular.
Ese es el llamado que hizo hoy la Organización de Naciones Unidas (ONU) al celebrarse el Día Internacional de las Familias, que este año se centró en sensibilizar sobre el impacto del cambio climático en las familias y el papel que estas pueden desempeñar en la acción por el clima. A través de iniciativas familiares y de la comunidad, podemos fomentar la acción por el clima con educación, acceso a la información, formación y la implicación de la comunidad.
El organismo afirma que el cambio climático repercute negativamente en la salud y el bienestar de las familias a causa de una mayor contaminación, al mismo tiempo que fenómenos meteorológicos extremos exacerbados por el cambio climático, como huracanes, sequías e inundaciones, provocan a menudo desplazamientos forzosos y la pérdida de los medios de subsistencia de las familias y las personas.
Estos fenómenos afectan a la productividad agrícola y al acceso al agua, lo que intensifica el hambre y situaciones de vulnerabilidad. Además, provocan daños económicos en sectores sensibles a los efectos del clima, como la agricultura y la pesca.
Por ello, la ONU advierte que, si no actuamos drásticamente, la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático serán cada vez más difíciles y costosas.
¿Por qué un Día Internacional?
El Día Internacional de las Familias se celebra el 15 de mayo de cada año para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para los niños y las niñas y los jóvenes.
Fuente: ONU Noticias