El plástico recuperado en La Paz y El Alto se convierte en bolsas oxo-biodegradables

IMPACTO. Innovaplast recicla el material que recuperan asociaciones de recolectoras y microempresas familiares.

Las bolsas desechables o de un solo uso o el plástico que recubre diversos envases habitualmente terminan en la basura, en medio de las plantas o en sitios eriazos. Pasarán 450 años antes de que puedan degradarse o reintegrarse a la naturaleza, con un impacto negativo en el medio ambiente.

En La Paz, hoy se recuperan a través de decenas de recolectores de base que junto con el material que reciben de diversas empresas, también lo acopian durante sus recorridos por las calles y bordes de ríos. Luego inician un proceso de reciclaje y se convierten en la materia prima para la elaboración de bolsas oxo-biodegradables, las que se degradan en diez años, pero que pueden incorporarse a un nuevo proceso de reciclaje.

Innovaplast es la empresa que las está elaborando. Su acrónimo viene de Industria Ecológica de Plástico y nació con la premisa de contribuir al cuidado del medio ambiente y que ha consolidado su actividad junto a tres asociaciones de recolectoras de La Paz y decenas de microempresas de recolectores de El Alto.

“Somos una empresa de triple impacto, reciclamos más de 200 toneladas de plástico al año y trabajamos junto a recolectoras de base y sus familias, generando empleo directo e indirecto”, afirma Cecilia Jauregui, fundadora y CEO de Innovaplast.

Las asociaciones cuentan con personería jurídica y reúnen el material en sus centros de acopio, donde lo separan por tipo de plástico y color, entre otros factores. Jauregui explica que sólo trabajan con el polietileno de baja densidad o nylon, que es el material de las bolsas para comprar pan, el envoltorio de las gaseosas, bolsas de pañales o de abarrotes, además de los envases de yogurt y productos lácteos.

“Les compramos el material y después de someterlo a un proceso industrial, vuelve a ser materia prima. Luego de ser limpiado, el plástico ingresa al proceso de molienda, donde se tritura y aglutina a través del calor y el agua; esto genera granos de plástico, los que pasan a la peletizadora donde se funde y queda una especie de arroz de plástico”, explica.

Ese el pelet, que también se utiliza para la producción de politubos. Innovaplast vende el 30% del pelet que produce, el 70% restante lo destina a la elaboración de bolsas de basura oxobiodegrables, lo que ha sido certificado por la Universidad Mayor de San Andrés.

Para fabricar un kilo de plástico desde cero, se emiten 3,5 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera, mientras que, por cada kilo de plástico fabricado con material reciclado, la emisión se reduce a la mitad. Cada año, Innovaplast recupera 200 toneladas de plástico y, al reincorporarlas al ciclo de producción, reduce en un 51% las emisiones, aproximadamente 170 toneladas de CO2.

Jauregui dice que las bolsas de Innovaplast no son convencionales. “Está hecha de plástico 100% reciclado y además son reciclables. Una bolsa oxo-biodegradable sigue siendo de plástico, pero contiene aditivos que permiten que, con la ayuda de los rayos ultravioleta, el medio ambiente y la fricción rompan sus cadenas moleculares y se descompongan en menor tiempo”, explica.

Lamenta que exista la creencia errada de que los productos elaborados de material reciclado son de menor calidad y menos resistentes. Sin embargo, indicó que sus bolsas oxo-biodegradables de baja densidad pueden estirarse más que las bolsas comunes.

En lo social, el impacto se refleja en las fuentes de trabajo que genera. En su planta, la empresa cuenta con 35 trabajadores, a lo que se suman 60 recolectoras de La Paz y aproximadamente 25 familias de El Alto. Jauregui destacó que el segundo grupo procesa el plástico que acopian y lo entrega como aglutinado molido, listo para iniciar el proceso de peletización.

En la actualidad las bolsas basureras biodegradables de diferentes tamaños se distribuyen en casi todo el país, excepto Beni y Pando. Pueden ser usadas en el hogar, hospitales, hoteles e industrias, entre otros establecimientos. En el empaque se puede encontrar la descripción del producto y el trabajo que se desarrolla junto a las recicladoras.

Innovaplast alista novedades. El 5 de junio lanzarán una nueva línea con la producción de bolsas basureras en rollo y con cintas de amarre, que serán las primeras con estas características elaboradas en Bolivia. Este jueves, un día antes del reciclaje, celebraban la llegada de una máquina desde China, un proceso que demandó cuatro meses.

  • En Bolivia se usan alrededor de 4.100 millones de bolsas plásticas al año, esto es alrededor de 350 bolsas por persona, tomando en cuenta al total de población.
  • Su vida útil es de sólo 15 minutos.
  • En promedio cada año se invierte un total de 45.5 millones de dólares en importaciones de polietileno.
  • De acuerdo a Bolivia Verifica, en Bolivia anualmente se desechan 142.699 toneladas de plástico y el 5% va a parar a botaderos a cielo abierto o a cuerpos de agua en lugar de rellenos sanitarios.

Las recolectoras, la comunidad de Huaqui y trabajadores de Innovaplast se unieron en una jornada de limpieza.

Trabajo con la comunidad

El pasado fin de semana, más de 100 personas se unieron en una jornada de limpieza comunitaria organizada por Innovaplast, la Alcaldía de Guaqui y diversas empresas y organizaciones. Bajo el lema «Unidos por Guaqui», el grupo recorrió 5 kilómetros y recolectó cerca de 500 kilos de material reciclable y basura.

Además, se difundió el mensaje «Porque cuidamos el planeta, una bolsa a la vez» para crear conciencia sobre la importancia de la responsabilidad individual en este tema.