CIRCULARIDAD. Sogas Búfalo e Industrias MCB ganaron el desafío lanzado por Cainco. Sus modelos de negocio incorporan a los recicladores de base y la innovación es una constante. Ambas exportan.
Industrias MCB y Sogas Búfalo son sinónimo de empresas que han consolidado procesos de economía circular a través de la industrialización de materiales recuperados por recicladores de base y que tienen un impacto social y ambiental. La primera avanza en la recuperación de aluminio para la elaboración de materiales de construcción, mientras la segunda trabaja con el material elaborado a partir de botellas PET para convertirlo en sogas. Ambas venden en el mercado nacional y ya están exportando.
Hoy son parte de las 157 empresas, startups y emprendimientos que forman parte del “Mapeo del Ecosistema Empresarial Verde”, pero además, fueron los ganadores del desafío Innova Verde, al demostrar que están liderando el cambio hacia un futuro más sostenible, a través de productos y/o servicios que son soluciones innovadoras para enfrentar temas como la adaptación y mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad y la gestión efectiva de residuos, entre otros.
Recuperando el aluminio
Industrias MCB trabajan con 25 recolectoras y sus familias en el municipio de Viacha.
Admite que no ha sido fácil ingresar en un mercado con mucha oferta y saturado por el contrabando. Por ello, deben innovar y buscar nuevos diseños permanentemente, además de aplicar tecnología para crear productos de buen diseño y larga vida con el aluminio, al que considera un material muy versátil. Hoy exportan a Perú y buscan aumentar sus ventas.
De las sogas al hormigón
Las botellas PET se convierten en hilos para la producción de sogas, mangueras y hormigón.
José Manuel Vidal es gerente de Proyectos de la empresa y afirma que han apostado por la innovación y la sostenibilidad para impulsar su crecimiento, lo que se traduce en un mayor crecimiento y un incremento de las ventas, que deriva en una mayor reutilización de residuos y el apoyo a personas que trabajan en la cadena de reciclaje.
Hoy están proyectado la instalación de un centro de distribución en Brasil y otro en la frontera con Argentina. «Tomamos la decisión de participar en el ecosistema y que la sostenibilidad sea parte de cada uno de los integrantes de la empresa. No sólo vendemos una manguera, sino el deseo de contribuir al país», expresó Vidal.
