HUAWEI. Cuatro universitarios bolivianos participaron en un encuentro latinoamericano con los mejores de la competencia impulsada por la empresa asiática.
Micaela Sáenz, José Isaí Díaz, Sergio Loza y Álvaro López son los cuatro universitarios bolivianos que participaron en el encuentro “Semillas para el Futuro en la región” (Seeds for the Future) impulsado por Huawei y que se realizó recientemente en El Salvador, junto a otros estudiantes de América Latina.
Los jóvenes fueron los mejores del programa “Semillas para el Futuro 2024” (Seeds for the Future) de Bolivia, a través del cual, la empresa asiática ratifica su compromiso con el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en la región.
En la Sede de gobierno, la iniciativa reunió a Micaela Sáenz, estudiante de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), José Isaí Díaz de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y Ariane Garrett de la Universidad Privada Boliviana (UPB). En Santa Cruz, los dos representantes fueron Sergio Loza de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) y Álvaro López de la Universidad Tecnológica Privada de Santa Cruz (UTEPSA).
Su proceso
Los participantes de la octava generación de “Semillas para el Futuro” respondieron a una convocatoria abierta lanzada hace unos meses. Después de un riguroso proceso de selección basado en criterios de habilidades y conocimientos, incluyendo el dominio del inglés, los 10 mejores fueron elegidos para formar parte del programa, cuyo primer tramo consistió en una visita a La Paz, con cursos en la sede de Huawei. Finalmente, los alumnos con los puntajes más altos del taller accedieron al viaje a la capital salvadoreña.
“A lo largo de todo el proceso, he tenido la oportunidad de conocer a estudiantes con mucho talento, curiosidad tecnológica y deseos de superación. En estos años formativos, creo que la red de contactos de profesionales es fundamental. Además, tendrán la oportunidad de ampliar sus conocimientos y experiencias con personas de muchos países”, destacó Cristhian Landivar, especialista en Relaciones Públicas y encargado de ecosistema.
Los estudiantes pudieron acceder a la certificación HCIA (Huawei Certified ICT Associate), una acreditación reconocida internacionalmente por validar el nivel requerido en áreas clave como la Nube, IA y 5G. El proceso de selección es conducido por expertos internacionales de Huawei en todo el mundo.
“Además de las clases que tuvimos a lo largo de un mes y medio, fuimos beneficiados con los váuchers para dar la certificación HCIA, que va a aportar a nuestro currículum y a nuestro crecimiento personal, pues nos hace poseedores de conocimientos de las tecnologías de Huawei. Es un valor profesional que me llevo con mucha gratitud”, expresó Garrett.
“Los cursos de Huawei sirvieron para prepararnos y darnos una introducción hacia las herramientas que utilizan. Pero más allá de lo tecnológico, nos ayudaron con las habilidades de presentación, de poder vender y demostrar que un proyecto vale la pena”, agregó Sergio Loza.
Competencia y tecnología
Los estudiantes enfrentaron un alto nivel de competencia, que puso a prueba su nivel de conocimientos tecnológicos en un contexto internacional, factores esenciales para el desarrollo exitoso de sus carreras.
“A nivel de la competencia, todos tenían buenas ideas, pero algunos tenían una visión más clara de los problemas que hay en sus países o a nivel de Latinoamérica, para poder hallar una solución y planificar una forma de desarrollo”, comentó Micaela Sáenz.
Asimismo, los estudiantes participaron en un encuentro intercultural enriquecedor que les permitió establecer contactos profesionales con personas de todo el continente que podrían ser de gran utilidad en el futuro.
“Era un espacio en el que la mayoría tenía diferentes enfoques y diferentes creencias, pero todos con una mentalidad abierta y una pasión por la tecnología y por querer hacer un mundo mejor. Era un ambiente en el que se motivaba mucho a ofrecer soluciones para nuestro mundo”, recordó José Luis Díaz Soza de la UCB.
La semana en El Salvador fue una experiencia muy emocionante y gratificante. «Lo que me sorprendió mucho es que normalmente los estudiantes de nuestra área no tienen las habilidades como para comunicarse bien, pero todas estas personas, aparte de su talento para la ingeniería, sabían cómo hablar, cómo expresarse, cómo vender a su país, cómo introducirnos a su cultura”, concluyó Álvaro López de la UTEPSA.