Es urgente cambiar la narrativa estigmatizante del suicidio y fomentar una cultura de apoyo

CONCIENCIA. Hoy se se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. El llamado es a fomentar un cambio de visión y generar un debate abierto. 100.00 personas mueren cada año por esta causa en América.

Es urgente reemplazar la narrativa estigmatizante sobre el suicidio y fomentar una cultura de apoyo y comprensión. Ese es el llamado de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al celebrarse el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.

En América, cerca de 100.000 personas mueren por esta causa cada año y son muchas más las que luchan contra pensamientos y comportamientos suicidas.

El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca centrar la atención en el problema, reducir el estigma y crear conciencia de que el suicidio se puede prevenir.

“Cambiar la narrativa” es el lema en este 10 de septiembre y se mantendrá hasta 2026. Busca inspirar a individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos a entablar debates abiertos y sinceros sobre el suicidio y la conducta suicida. Además, busca derribar barreras como el estigma, crear conciencia y promover una cultura de apoyo para la prevención.

Más de 744.000 se han suicidado en el mundo este año, de acuerdo a WorldoMeter, sitio de estadísticas de salud.

La barrera del estigma

“Uno de los mayores obstáculos para la prevención del suicidio es el estigma asociado, que puede disuadir a las personas de buscar la ayuda necesaria. El suicidio a menudo se malinterpreta como un acto de debilidad, egoísmo o incluso como un delito”, afirmó el director de la OPS, Jarbas Barbosa.

“Es urgente reemplazar esta narrativa dañina por una que promueva la comprensión, la sanación y la recuperación para todas aquellas personas que en su momento han sido afectadas y a aquellos que han perdido a seres queridos”, añadió.

La tasa de suicidio en la región ha aumentado un 17% entre 2000 y 2019. “Las consecuencias de un solo suicidio son devastadoras y duraderas, afectando no solo a las personas, sino a las comunidades y la sociedad en general. No obstante, podemos tomar medidas para prevenir el suicidio”, subrayó el director de la OPS.

Estrategias de prevención

No obstante, destacó que existen estrategias basadas en la evidencia que son eficaces. Entre ellas se encuentran la reducción del acceso a los medios utilizados para el suicidio, abordar los factores contextuales que afectan a hombres y mujeres de manera diferente, desarrollar habilidades socioemocionales en adolescentes, y promover la detección temprana y el tratamiento oportuno.

También es crucial que los medios de comunicación informen de manera responsable para evitar la imitación de comportamientos suicidas.

“Implementar estas estrategias requiere medidas concretas y coordinadas no solo por parte del sector salud, sino mediante enfoques multisectoriales que incluyan a todo el gobierno y la sociedad”, destacó Barbosa.

“La OPS está brindando apoyo a los países para fortalecer sus estrategias nacionales de prevención del suicidio y mejorar el acceso a servicios de salud mental de calidad”, agregó.

Individuos, comunidades, organizaciones, gobiernos y medios de comunicación juegan un papel vital en la creación de entornos seguros que promuevan la salud mental y el bienestar.

Apoyo

La OPS trabaja para mejorar la salud mental de la población de las Américas y reducir la mortalidad por suicidio. Proporciona apoyo técnico a los países en prevención del suicidio mediante la aplicación de la guía Vivir la vida, que propone intervenciones eficaces y una respuesta nacional integral para prevenir el suicidio.

Las personas que han perdido a un familiar o a un ser querido por suicidio se llaman supervivientes. Según la Organización Mundial de la Salud, por cada suicidio se producen otros 20 intentos afectando directamente a una media de seis personas del entorno.