Excelencia y emoción a raudales en el cierre del Festival «Misiones de Chiquitos»

IMPACTANTE. El «Clasicismo en Bolivia» bajó el telón en Santa Cruz de la Sierra. En provincias, grupos extranjeros se unieron a las orquestas locales para deslumbrar a los asistentes. El público respondió con creces.

Karina Vargas Alba

Iglesias colmadas, un público que disfrutó cada compás y músicos emocionados. Así fue la última jornada del Festival Internacional de Música Barroca y Renacentista Americana “Misiones de Chiquitos”, replicando lo que se vivió desde el 19 de abril en 130 conciertos y con 1.200 músicos recorriendo diferentes poblaciones de Santa Cruz y Tarija, donde el festival retornó este año, bajo la organización de la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC) y el apoyo de municipios, embajadas, empresas y otras instituciones.

Los acordes finales se escucharon en San Roque, con gente ubicada incluso en los pasillos externos del templo, pero que disfrutó cada detalle de un concierto que reunió a 150 artistas, pertenecientes a dos orquestas y cinco coros. Un paseo emocionante por la música clásica, con composiciones de Mozart y Haydn, bajo la batuta del director brasileño Parcival Módolo. Un detalle que refleja la magnitud de la presentación, es que los artistas demoraron más de tres minutos en ingresar y tomar sus lugares en el escenario.

Cinco coros actuaron de manera afiatada, mostrando el resultado de varios meses de trabajo. FOTO: APAC

El altar mostraba una imagen imponente con el gran coro que se conformó para esta ocasión y que, junto a los músicos, encantaron con el resultado del trabajo de casi un año para poner a punto las obras: Ave Verum Corpus, de Wolfgang Amadeus Mozart, Missa 10 (Paukenmesse) en Do Mayor, de Franz Joseph Haydn.

La emoción fue patente desde el inicio, cuando el director artístico del festival, el padre Piotr Nawrot, recordó que en 1996, en la primera versión, sólo había un coro con 18 integrantes, de los cuales sólo dos leían las partituras. El avance es evidente, anoche el público lo supo al escuchar a Tempus Ensamble Vocal, Cantoría Juvenil de Santa Cruz, Coro ArteCanto y Coro EMI, Coro UPSA Cantar Cruceño, cantando “a una sola voz”.

Junto a ellos, en un acople perfecto, estuvieron la Orquesta Sinfónica Juvenil de Santa Cruz de la Sierra y el Quinteto de Cuerdas de La Paz. La OSJ celebró de gran manera sus 21 años. La energía de Módolo fue contagiosa y él celebró la calidad del trabajo junto a los músicos locales, con quienes trabajó unos días un mes antes y se reencontró el martes pasado.

Un doble “bis” fue el reflejo del entusiasmo compartido en San Roque.

El director Parcival Módolo contagió su energía a los músicos y al público. FOTO: APAC

Un camino de dos años

Nawrot, siempre pendiente de cada detalle, expresó su alegría por el nivel del festival y especialmente por la participación del público, que, con su presencia, reconoció y apoyó el trabajo que demanda esta cita musical. Son dos años de trabajo, uno de investigación y otro para hacer realidad cada obra.

Un proceso que tampoco sería posible sin el apoyo de instituciones y empresas. Anoche fue el turno de reconocer a otra persona que apostó por el festival desde la iglesia, monseñor Sergio Gualberti, quien se sumó a la celebración, aseverando que es una muestra de “lo fuerte que podemos ser, si estamos juntos”.

Monseñor Sergio Gualberti recibió el premio Hans Roth en reconocimiento al compromiso de la Iglesia Católica con el festival. FOTO: APAC

También lo dijo el presidente de APAC, Percy Añez Castedo, quien agradeció al público “por regalarnos energía, cariño y donaciones”, aseverando que optar por la gratuidad de los conciertos fue “el camino más difícil, pero es el correcto”. Pidió al público y a las diferentes instituciones que “no nos dejen solos” en la tarea de preservar un tesoro que sobrevivió la expulsión de los jesuitas y el olvido de 300 años.

Hizo un especial agradecimiento a Nawrot. “No se cansa y no vamos a dejar que se canse de guardar ese tesoro. No nos deje nunca y ya no se presente como polaco, es chiquitano 100 por ciento. Usted es un poco el alma del festival”.

Emoción en provincias

Le Concert de la Loge junto a la Orquesta Municipal San José Patriarca, fueron los encargados de cerrar el festival en San José de Chiquitos. Carlos Hugo Molina fue el encargado de agradecer a nombre de APAC, al pueblo y a las autoridades, a la Embajada de Francia que apoyó esta coproducción y “a la vida, que permite que arrebatemos el espíritu de esta manera!”, como publicó en sus redes sociales.

El grupo francés que cerró la jornada en San José de Chiquitos. FOTO: Carlos Hugo Molina

En San Ignacio, el cierre estuvo a cargo de la Orquesta Misional de Santa Ana de Velasco, con una destacada participación de los jóvenes que acuden a la Escuela de Música y cuyo trabajo se reflejó en la calidad interpretativa de los diferentes grupos de instrumentos, que fueron tomando el protagonismo en diferentes pasajes del concierto.

Los integrantes de la Orquesta Misional de Santa Ana de Velasco mostraron su talento en el cierre del festival en San Ignacio. FOTO: Chiquitanía Integral

También fue emocionante el cierre del festival en la capilla Los Huérfanos de la capital. El grupo suizo Ensemble der Schola Cantorum Basiliensis, dirigido por Andrea Buccarella, mostró un repertorio que abarcó todo el periodo barroco, incluyendo a Johann Melchier Gletle, compositor significativo para la historia de las Misiones Jesuíticas en Bolivia. Antes del recital, Jorge Martínez, bajo y barítono de la agrupación, describió los instrumentos. Con su canto hizo vibrar al auditorio, que esta noche contó con un buen número de colegiales y alguna bandera suiza alentando a los músicos.

El festival fue un éxito. Para quienes lo impulsan, sólo habrá una pequeña pausa. En las próximas semanas arrancará la ruta de dos años para replicar el éxito en 2026, cuando el encuentro musical de Chiquitos cumpla 30 años.

El público, la nota alta de este festival. Respondió con creces a la decisión de que todos los festivales fueran gratuitos. FOTO: APAC