«Kobu», el cachorro de jaguar que fue rescatado al borde de la muerte y ya está recuperado

ATENCIÓN. El animal llegó con un cuadro muy delicado y casi al borde la muerte. Recuperó su salud.

Un pequeño cachorro de jaguar llegó hace unos días al Centro de Atención y Derivación de Fauna Silvestre (CAD) de la Gobernación. Su cuadro de salud era complejo, casi al borde de la muerte, pero fue atendido de manera inmediata y hoy está completamente recuperado.

Eliamne Gutiérrez, responsable de rescate de fauna silvestre de la Gobernación, informó que gracias a la intervención y coordinación con ciudadanos anónimos, el cachorro pudo llegar hasta el CAD y ser atendido de emergencia por el equipo de Biodiversidad de Direna. Presentaba un serio cuadro de deshidratación, anemia y mala alimentación que amenazaban su vida.

“Desde el momento que el animalito lleg,ó todos los profesionales que trabajan en el programa de biodiversidad, hemos puesto todo el empeño, cariño y recursos para que salga adelante», a través de la atención veterinaria, manejo adecuado y una alimentación equilibrada.

«Hoy en día, Kobu (nombre con el que apodaron al cachorro) pudo recuperar su estado salud y se encuentra con muchas ganas de vivir», indicó.

Kobu pertenece a una especie prioritaria a nivel departamental y nacional y que actualmente está amenazada, pues es objeto de tráfico ilegal con especial interés en su piel, garras y colmillos.

El cachorro recibió atención especializada. Uno de los principales problemas era la desnutrición y deshidratación que presentaba.

“Lastimosamente los jaguares (Panthera onca) son una especie muy estigmatizada y temida por la población, por tal motivo, muchas personas prefieren matarlos en vez de aprender a coexistir con ellos. Una mamá jaguar jamás dejaría solos a sus cachorros, por lo que creemos que a la mamá de Kobu le quitaron la vida, secuestrándolo del medio natural y arrebatándole la posibilidad de vivir en libertad», dijo Gutiérrez.

Kobu ha recuperado la vitalidad y ha duplicado su peso.

Evolución

Kobu ya duplicó su peso y crece con bastante rapidez. Llegó con problemas hepáticos, gastrointestinales, deshidratación severa, anemia y complicaciones para defecar. Ahora, con la buena alimentación, manejo y el tratamiento que se le aplica, se ha recuperado. Tiene muy buen apetito, ha recuperado su pelaje, color y se ha convertido en un cachorro juguetón y lleno de vida.

“Hacemos un llamado a la población. Seamos conscientes de que los animales silvestres no están hechos para ser mascotas, nosotros no sabemos cómo tratarlos y por ello les damos una mala alimentación y un mal manejo, que puede derivar en el maltrato y en la negligencia hacia al animal. Denunciemos, no seamos cómplices” concluyó Gutiérrez.

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