IMPACTO. Es necesario crear conciencia ciudadana y que el aseo urbano se entienda como un tema de saneamiento básico y salud pública.
Santa Cruz de la Sierra apenas aprovecha el 0,35% de los residuos sólidos que genera, el objetivo es llegar al 3% en 2025. La región metropolitana podría aprovechar el 41% de los residuos orgánicos y el 15,4% de materiales reciclables que se generan a diario. Además, una gestión integral de residuos, que incorpore la reutilización y el reciclaje, podría generar hasta 50 millones de dólares y 8.000 puestos de trabajo.
Esos son algunos de los desafíos y las oportunidades que se abren para una gestión integral de residuos sólidos en los diferentes municipios del departamento. Este proceso debe considerar el impacto ambiental, social y de salud pública, e incorporar criterios de economía circular y soluciones alternativas y viables a través de la recuperación, el reciclaje y la reutilización, además de la colaboración y coordinación en los tres niveles de gobierno. De esta manera, junto con reducir la cantidad de residuos en los vertederos, se fomentará un uso más eficiente y sostenible de los recursos.
Además, en este proceso hacia la circularidad, es esencial crear conciencia ambiental, lograr la participación de la población en los procesos de separación y un cambio en sus hábitos de consumo, al entender cómo esto puede reducir la contaminación y mejorar su calidad de vida.
Estas fueron algunas de las conclusiones del Foro «De la Gestión Convencional a un Modelo Circular de la Gestión de Residuos», organizado por la Gobernación de Santa Cruz, a través del Servicio Departamental de Calidad Ambiental (SDCAM) de la Secretaría de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, con la participación de Helvetas Bolivia, Swisscontact, Fundares, Agua Tuya y el Municipio de Santa Cruz de la Sierra, entre otras instituciones, las que compartieron sus experiencias.
“La gestión de residuos en nuestro país está entendida como la limpieza de la ciudad, donde los residuos se generan, transportan y disponen en un botadero o relleno sanitario, y el reciclaje se entiende como una actividad voluntaria. El desafío conjunto es cambiar esa idea y pensar en modelos de gestión donde participamos todos”, manifestó la directora del proyecto Basura Cero, Mariana Daza.
Agregó que es esencial la participación de diferentes actores, pues “la circularidad comienza en casa, se formaliza a través de la autoridad y se hace sostenible con el sector privado”.
Un modelo insostenible
Los asistentes coincidieron en que el modelo convencional de aseo urbano, basado en la recolección y eliminación de desechos, ha demostrado ser insostenible a largo plazo. Además, se debe enfrentar como un tema de saneamiento básico y salud pública.
“Generamos más residuos de los que podemos manejar y los vertederos, además de ser una carga para el medio ambiente, representan una amenaza directa para nuestra salud y calidad de vida, por lo cual estamos trabajando para buscar soluciones, acercándonos a todos los actores involucrados para apoyarlos técnica y legalmente”, afirmó Ana Patricia Suárez, secretaria de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación.
Explicó que en la región metropolitana se han identificado alternativas de aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos bajo un modelo circular, y expresó que también es necesario lograr mayor eficiencia y una participación activa de la ciudadanía. En las próximas semanas se reunirá el Comité Metropolitano de Residuos, donde se espera que los municipios se sumen a las acciones que deben desarrollarse en el marco de la Ley 755 y el Decreto Departamental 271, que aprueba el Reglamento de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Departamento de Santa Cruz.
Experiencias municipales
Basura 0 es un programa desarrollado en diferentes regiones del país para generar modelos de gestión de residuos que prioricen el aprovechamiento, el reciclaje inclusivo y la economía circular en diferentes escalas. El trabajo se ejecutó en cinco municipios del Chaco cruceño, incluyendo una autonomía indígena, donde se consolidó un sistema integrado que parte de la separación en origen e incluye a los recicladores de base con rutas establecidas y equipamiento adecuado, además de vincularlos con los centros de acopio administrados por el municipio y estableciendo la entrega del material a privados para su reconversión.
Sergio Morales, especialista en residuos sólidos y economía circular de Helvetas Bolivia, explicó que se logró establecer un sistema de circularidad para el plástico, cartón y metales, además de impulsar la creación de huertos familiares y comunales, donde se utiliza el compost que se elabora a partir de los residuos orgánicos, explicó
El responsable de Planificación de la Empresa de Aseo Urbano de Santa Cruz de la Sierra (Emacruz), Jorge Soto, precisó que en la ciudad los desafíos son grandes. Apenas se aprovecha el 0,35% de los residuos sólidos, la meta para 2025 es llegar al 3%. Hoy se está avanzando con el plan “Santa Cruz de la Sierra Recicla” y también se están recuperando los residuos forestales. Además, la hoja de ruta marca que en los próximos años se consolidarán los centros de acopio municipales -cada uno con una inversión de cuatro millones de bolivianos- y se contempla la construcción de dos plantas para el aprovechamiento de los residuos.
Durante el encuentro, el director de la Fundación Amigarse, Heiver Andrade, expresó la necesidad de mirar también “aguas arriba” y reducir la generación de residuos desde el primer eslabón. Recordó que la ciudad genera 1.942 toneladas diarias de basura y la tendencia es que aumente entre 2 y 4% cada año.
Además, dijo que debemos comenzar a hablar de “recuperación de recursos” en lugar de aseo urbano, y planteó la posibilidad de que, a nivel de la metrópoli, se establezca un reglamento específico para la responsabilidad extendida del generador.
Los temas urgentes
- Desarrollar sistemas integrales para el manejo de residuos en los municipios, así se evitará la perdida de materiales que hoy se van a la basura y que pueden generar valor.
- Desarrollar capacidad técnica y de gestión en los municipios.
- Acelerar el proceso de cierre de 300 botaderos que establece la Ley 755 y que debe cumplirse hasta 2026.
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