EXPOSICIÓN. “Resignificando los fragmentos y los colores” muestra una combinación de técnicas, donde las obras del reconocido pintor boliviano, adquieren nuevas texturas.
La obra de Mamani Mamani es conocida en Bolivia y a nivel internacional. Las figuras y temas andinos en llamativos colores, inundan sus cuadros y otras piezas de su autoría. Por estos días, están en el mARTadero, el reconocido centro cultural de Cochabamba.
Pero no está solo en esta exposición. Al lado de cada una de sus obras, se exhibe una versión en mosaico, replicando las formas y colores, pero con la textura que les da la cerámica. Esto es “Resignificando los Fragmentos y los colores”, la muestra donde el talento del artista paceño se suma al de las integrantes el colectivo Kuska.
La muestra se extenderá hasta el 27 de septiembre en la “Sala de Chanchos” de la galería y algunas piezas en exposición ya se han vendido, especialmente las réplicas realizadas por las integrantes del colectivo, mientras reciben pedidos para elaborar nuevas piezas.
Una combinación única
Durante el recorrido, el público disfruta de un ambiente llenó de energía, donde pueden disfrutar de las explicaciones de algunas de las artistas. Mamani Mamani volverá para participar durante los últimos tres días.
“Estas energías que se han juntado, iluminan este lugar. Estas son obras únicas, cada una de las kuskas le ha dado un toque único. Aquí podemos ver otra técnica, otra faceta que va a deslumbrar a los amantes el arte”, dijo el connotado pintor al inaugurar la muestra.
Confesó que quedó deslumbrado, con la riqueza de la textura, formas y colores del mosaico, y se declaró muy satisfecho por el resultado de la muestra, cuya preparación demandó seis meses.
Mamani Mamani en estos días retornará de México, donde estuvo elaborando un mural, y evaluará nuevas opciones de trabajo conjunto, Mamani Mamani se alista para viajar a México, donde tendrá que elaborar un mural.
El público disfruta de una variada muestra de obras de Mamani Mamani. Foto: Ricardo Alvarez
El Colectivo Kuska
Kuska significa “juntas” en quechua y da sentido a la unión de varias partes en un todo. Un concepto que refleja el trabajo que realizan las integrantes de este grupo desde hace más de diez años y que ha dejado huella en diferentes zonas de Cochabamba.
Su trabajo es minucioso. La combinación de pequeñas piezas de mosaicos da vida a diferentes figuras, como las que se encuentran en céntrico pasaje San Rafael. Allí se encuentran los rostros de mujeres latinoamericanas, que inspiraron a otras a unirse, como lo hacen armónicamente las pequeñas piezas.
También están en la Plazuela Granado o en la calle 25 de Mayo, donde colocaron un mural que dignifica el esfuerzo de las mujeres y el significado de ser el tronco del árbol familiar. Por el puente de Cala Cala se levanta un monumento a la paz.
Un paseo diferente para los habitantes y quienes llegan a Cochabamba. Y al que por estos días, se suma la muestra de mARTadero, con el ingrediente adicional de tener a Mamani Mamani celebrando esta combinación de técnicas y arte.
