PRESERVACIÓN. Desarrollar el gusto en los consumidores para que se sumen al proceso de conservación del bosque seco chiquitano es una de las premisas. 15 restaurantes ofrecerán diversos platos hasta el 28 de abril.
Una ruta gastronómica para conocer y deleitarse con los sabores de productos del bosque chiquitano, es la que proponen desde ayer y hasta el 28 de abril, 15 restaurantes de Santa Cruz de la Sierra, que han incorporado una veintena de ingredientes como mangaba, asaí, guapurú, aceite de cusi y la almendra chiquitana.
El objetivo es mostrar comida gourmet con estos sabores, pero lo más importante, impulsar un consumo informado y que valore la importancia de conservar el bosque chiquitano, mostrando cómo genera beneficios para las comunidades indígenas y la importancia de contribuir a su preservación, frente a los incendios forestales, la expansión de la frontera agropecuaria y las sequías prolongadas ocasionados por los cambios climáticos.
La consigna de los organizadores es que “lo que no se conoce, no se valora, y lo que no se valora, no se protege”, expresó Widen Abastoflor, director del Centro de Promoción Agropecuaria Campesina (CEPAC), y que impulsa la actividad en el marco de Mercados Inclusivos, un proyecto de la cooperación de Suecia y de la Unión Europea. Abastoflor expresó que cada día se pierden 800 hectáreas de bosque chiquitano en el país, el equivalente a 800 canchas de fútbol. Aunque es el bosque seco mejor protegido, es muy vulnerable ante la deforestación y hay una gran pérdida de biodiversidad. Destacó que “Bosque chiquitano, destino gastronómico” es posible gracias a la alianza con diversas instituciones y destacó la importancia de que la población conozca los frutos del bosque.
“Las personas mayores conocen el guapurú, porque es hasta poético, está en poesías y canciones, pero ya no está en los mercados. No ha pasado lo mismo con otros productos, como el mochochó o el azucaró, el pitón algo más conocido”, expresó Abastoflor.
Enfatizó que estos productos están en el bosque, pero su producción demanda esfuerzo. Por ejemplo, explicó que, para obtener un kilo de almendra chiquitana tostada, es necesario recoger 24 kilos del fruto. Además, las comunidades enfrentan problemas por la estacionalidad de la producción y la imposibilidad de garantizar una cadena de frío, ya que muchas no tienen energía eléctrica. No obstante, destacó las oportunidades que existen, empezando por la creación de una cultura de consumo consciente, donde las personas se sumen al desafío del preservar el bosque y movilizar la economía de muchas comunidades chiquitanas.
Los productos que tendrán a su disposición los chefs de los 20 restaurantes, han sido recuperados por once empresas sociales de diez comunidades chiquitanas, entre las que destacan aquellas lideradas por mujeres. A través de procesos de capacitación, han ido dando valor agregado a los productos del bosque y hoy ofrecen pulpas, aceites y harinas entre otros productos. Pero también han construido marcas de identidad territorial, como Chapié (gracias en besiro), que reflejan la resiliencia, resistencia y el amor por sus bosques, expresó Gelmi Castello, directora de Programa en Proceso Servicios Educativos.
Guadalupe Chuvirú es parte de una asociación de mujeres indígenas de San Antonio de Lomerío y expresó su orgullo al tener un emprendimiento en su comunidad y en su territorio.
“Con la capacitación que recibimos, hemos logrado demostrar que podemos tener un emprendimiento en nuestra zona, uno que cuida el bosque, con el que vivimos y al que valoramos”, afirmó.
Por todo lo anterior, quienes decidan disfrutar de “Bosque chiquitano, destino gastronómico”, no sólo conocerán y apreciarán nuevos sabores, también estarán poniendo en valor una serie de frutos y productos que necesitan la preservación y el buen manejo de los bosques.
Los restaurantes que participan en esta ruta son: Kao, Sacha Huasca, El Aljibe, Hapo, Menta, Volare, Casero to Go, Raffine, La Suisse, Elsa, Emilia, Botánica, La Villa Chiquitana, Dossier e Hito, entre otros. Los interesados pueden conocer la oferta de platos y sabores, en este enlace.
Esta es una iniciativa del CEPAC, Proceso, la Cooperación Sueca y la Unión Europea, SwissContact y la Universidad para el Desarrollo y la Innovación (UDI), con la colaboración de Cosecha Colectiva, Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FSBC), Pacto Global, FAO (Proyecto Bosques Sostenibles), Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Fundación PROFIN, Banco de Desarrollo Productivo (BDP); las empresas Tetra Pak, Vinos 1750, BIOFOOD, La Suisse y Sabor del Bosque.